Extra: Ritsu y Azusa

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Punto de vista de Azusa

Estaba leyendo una revista de las mejores bandas de música del oeste, justo después de practicar con Muttan (mi guitarra), hasta que vibró mi celular. Me pregunté si sería Ui o Jun, pero también cabía la posibilidad de que fuera Yui-senpai preguntándome otra vez una bobada como "¿Qué es mejor para ti? ¿Nabe de malvaviscos y leche de soja o nabe de curry de chocolate?

Pero no. Era Ritsu-senpai:

"¡Yo, Azusa! Necesito tu ayuda para algo importante "

"¿Para qué? " - le pregunté.

" Mugi está enamorada de Yui pero no se atreve a dar el primer paso, entonces las voy a reunir mañana en el parque en la fuente. Pero por si acaso voy a observarlas desde lejos para asegurarme que todo vaya bien. ¡Tú vas conmigo! "

Eso no me lo esperaba. No me hubiera imaginado que Mugi-senpai sentía algo por Yui-senpai. Ella siempre ha sido muy linda y amable con nosotras, pero era por igual, no me parecía que fuera más especial con Yui-senpai, ni tampoco había visto que actuara más tímida con ella ni nada de eso.

"Pero Ritsu-senpai, ¡las citas son justamente para que las parejas pasen tiempo a solas! " le respondí.

" No te preocupes, ellas no notarán que estamos ahí " - me insistió.

" Más que ver que todo vaya bien es que quieres ver a dónde van a ir y qué van a hacer, ¿no? " - le dije.

" Bueno, admito que eso también, pero son nuestras amigas " - me respondió.

" Bien, te acompañaré, pero para vigilar que no hagas nada inapropiado" - le dije finalmente.

" ¡Muchas gracias! Mañana búscame en la fuente a las tres y media, media hora antes de que lleguen Yui y Mugi " - me dijo.

" Vale, ahí estaré " - le dije.

Cerré mi celular, y pensé:

- ¿Así que una cita? He visto muchas parejas teniendo citas, pero no sé realmente cómo son.

Al día siguiente, cuando me encontré con Ritsu-senpai, me dijo que buscáramos el lugar más estratégico para mirar desde ahí sin que nos vieran. Buscamos por diez minutos aproximadamente, y al final nos instalamos detrás de unos arbustos.

- Ritsu-senpai, ¿por qué tenía que acompañarte a espiarlas en la cita que tú misma organizaste? - le pregunté.

- Cuatro ojos ven más que dos - me dijo -. ¡Y tú eres mi cómplice!

- ¡Ese es un refrán! - exclamé.

Veinte minutos después, llegó Mugi-senpai y esperó en frente de la fuente. Pero pasaban los minutos y Yui-senpai no llegaba.

- Típico de Yui - dijo Ritsu-senpai en voz baja.

- Espero que Mugi-senpai no tenga que esperar mucho más - dije, también en voz baja.

Aunque a ella no parecía importarle tanto, es más, ni siquiera se sentó por varios minutos.

- Papá, ¿qué hacen esas dos chicas? - preguntó un niño que estaba detrás de nosotras, lo que hizo que mínimo cuatro personas más voltearan a vernos. Afortunadamente, siguieron caminando.

Al fin llegó Yui-senpai corriendo.

- ¡Mugi-chan! Perdona la demora, pensé que era más temprano, y Ui no estaba ahí para avisarme porque la abuela que vive al lado nuestro le está enseñando a hacer croquetas de carne.

Mi dulce RicchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora