Romeo y Julieta

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Punto de vista de Mugi

En nuestra clase se anunció que haríamos una obra de Romeo y Julieta.

Mio-chan sería Romeo, Ricchan sería Julieta, yo sería la escritora del guión, Yui-chan sería un árbol, otras chicas le ayudarían a Sawako-sensei a hacer el vestuario y otras ayudarían con el escenario.

Estaba muy emocionada, yo que tantas veces me he imaginado a Mio-chan y Ricchan juntas, me parecía muy emocionante verlas actuar en una obra de una historia de amor.

Aunque ninguna de las dos estaba muy convencida de actuar con sus respectivos papeles, a Mio-chan además de que le diera pánico escénico tampoco le gustaba mucho la idea de darle vida a un personaje masculino, ya que era todo lo contrario a ella, que era femenina y delicada. 

Y a Ricchan le avergonzaba tener que ser Julieta y actuar de forma femenina.

A Yui-chan era la única a la que no le molestaba su papel, incluso empezó a practicar ese mismo día manteniendo sus brazos arriba y estirados, imitando las ramas del árbol, y sus piernas separadas más o menos a la altura de los hombros.

Después de clases ellas practicaron un rato, y yo miraba sus actuaciones y era su orientadora.

- ¡Corte! Esta vez también... - empecé a decir.

- Mugi - me interrumpió Ricchan.

- ¿Sí?

- No me digas que solo querías decir "corte".

- ¿Ah? Jejejeje... Lo siento, me sentí como una directora de película, es divertido - admití.

- Ricchan es muy buena en leerme, significa que me conoce bien - pensé.

Después de que ellas practicaran un rato y yo mirara sus actuaciones y fuera su orientadora, fuimos al salón del club. Yui-chan aún practicaba su papel y Azusa-chan practicaba con su guitarra.

- ¡Qué bueno que volvieron! - exclamó Azusa-chan -. ¿Vamos a practicar?

- No, tomaremos un té, quedé exhausta de tratar de meterme en la piel de Julieta - dijo Ricchan.

Azusa-chan se desilusionó por completo. 

- Presiento que no vamos a practicar mucho las próximas semanas - dijo. 

Me sentí mal por Azusa-chan. Era verdad que no podríamos practicar mucho, la obra nos iba tener ocupadas.

Después de que serví el té, a Yui-chan se le ocurrió la idea de que Ricchan empezara a actuar más femenina, y Mio-chan más masculina, entonces Mio-chan terminó con una cola de caballo, la chaqueta desabotonada, y con la camisa desabotonada arriba y sin estar metida en la falda, y Ricchan con la chaqueta abotonada y la camisa dentro de la falda. Y yo le decía a Ricchan que no hablara más como un chico, Yui-chan le decía que sosteniera la taza de otra forma, y las dos le dijimos que no separara las piernas para tocar la batería.

Pero ninguna de las dos se sentía cómoda.

- Esto no funciona - pensé -. ¿Qué otra cosa podemos hacer? - me pregunté.

Cuando llegué a mi casa fui a mi habitación y me puse a hacer las tareas que habían para el día siguiente.

Después cené, y cuando volví a mi habitación pensaba empezar el guión de Romeo y Julieta. Me senté en mi escritorio, saqué el libro de la historia y fui por un cuaderno en el que escribiría el guión.

- Vaya, si pudiera cambiaría la historia entera, escribiría que Romeo y Julieta se pudieron fugar, que los Montesco y los Capuleto se reconciliaron sin necesidad de que muriera nadie, y que finalmente Romeo y Julieta pudieron volver a Verona - dije en voz alta.

Mi dulce RicchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora