Una declaración

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Punto de vista de Mugi

Estaba muy orgullosa de lo bien que nos salió la obra. Cuando vi a Ricchan afuera, me le acerqué y le pasé la botella de agua que llevaba conmigo.

Ricchan y yo salimos un rato afuera a caminar después de intercambiar nuestras opiniones de lo que nos había parecido el resultado final de la obra.

Sentía una sensación casi que mágica. Estar a su lado me producía una felicidad inexplicable. Para ese momento ya no intentaba negar lo que sentía. Admito que antes sí lo hacía, porque no quería que Ricchan llegara a notar algo y se sintiera incómoda, pero me di cuenta de que no pasaba nada, después de todo era algo mío, y sólo lo sabían Yui-chan y Mio-chan, que obviamente tampoco le dirían nada al respecto.

- Ya que estamos caminando juntas, me gustaría contarte algo - me dijo Ricchan de repente.

- Por supuesto, cuéntame - le respondí, preguntándome de qué me hablaría.

Noté cómo Ricchan se sonrojó ligeramente, lo que me intrigó aún más.

- No se lo digas a nadie más - me pidió.

- Claro que no, no te preocupes. Incluso si prefieres no compartírmelo está bien - la tranquilicé.

- Mugi, tú piensas que está bien que dos chicas estén juntas, ¿cierto? - me preguntó tímidamente.

- ¡Claro que está bien! - exclamé de inmediato -. Es más, las relaciones entre chicas me encantan, de verdad se me hacen muy lindas.

- Ya veo.

- Ricchan, ¿acaso te gusta alguien? - decidí preguntarle.

- De hecho sí.

Sabía que lo más probable era que esa persona no fuera yo, pero aún así me alegré por ella.

- Me alegra mucho que sientas ese sentimiento tan especial por alguien.

- Sabes, las escenas en las que actué me ayudaron a darme cuenta de que en verdad la amo - me contó.

- Qué bueno. Deberías decírselo, estoy segura de que también le gustas.

Supongo que soy muy romántica - pensé-. Pero, alguien tan genial como Ricchan, definitivamente le debe gustar a alguien, así como me gustó a mí.

- ¿Tú crees? - me preguntó Ricchan, sacándome de mis pensamientos.

- Obviamente, esa persona sería muy afortunada de estar contigo - le respondí con honestidad.

- Gracias Mugi, ¡espero que no me lo dijeras solo por ser amable! - dijo bromeando, agregando algo de humor a la conversación.

- ¡No, Ricchan! Nunca haría eso - le dije, y nos reímos juntas.

- Me quiero declarar.

- Eso es muy valiente de tu parte - le respondí, con una sonrisa.

- Sí. Incluso si sé que puedo ser rechazada, supongo que no pierdo nada intentándolo.

- ¡Para nada! Qué emoción, ¿cuándo te piensas declarar?

- ¡Aún no sé! Pero sobre eso, te iba a proponer algo.

- Claro, cuéntame.

- ¿Qué tal si tú también le confiesas a la persona que te gusta cómo te sientes? Tendrías mi apoyo así como yo también tendría el tuyo.

- Bueno, es que... Creo que ahora no sería un buen momento para eso, además tampoco siento que me atrevería.

Decía la verdad, incluso sin ser directa.

Mi dulce RicchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora