La conclusión de Mio

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Punto de vista de Mio

Esa tarde y las dos siguientes Mugi nos dijo que iría al apartamento de Sawako-sensei, y la esperaba en su oficina mientras terminaba su trabajo para irse con ella.

- A ver, ya. ¡Esto ya fue suficiente! Es más que obvio que ellas dos tienen algo - pensé a la tercera tarde, viendo cómo salían de la escuela.

Fue en ese momento que cambié de idea: no le diría a Ritsu que se había equivocado.

- No tengo por qué ayudar a Mugi, ella no tiene ninguna consideración con los sentimientos de los demás - concluí -. Solo se lo diría a Yui si Mugi la lastima.

Pensé también en Sawako-sensei, nuestra alocada pero amable profesora.

- Ojalá Sawako-sensei se de cuenta pronto de como es Mugi en realidad y se separe de ella - pensé.

Justo después Ritsu volvió a mi mente.

- Mugi no quiere a Ritsu. Solo siente algo fugaz y superficial por ella, y seguramente pretende atraerla con su belleza para después jugar con sus sentimientos - pensé.

En ese instante recordé lo brusca que había sido con Ritsu a veces: cuando me comportaba de una forma fría ante sus bromas y juegos, y cuando le pegaba.

- De ahora en adelante seré más amable y cariñosa con ella - decidí -. Ritsu es mi mejor amiga y una persona muy especial que merece lo mejor. Yo estoy para ella, y no permitiré que caiga en las garras de Tsumugi Kotobuki.

- Mio, ¿qué hacías ahí parada? Ya nos vamos a casa - me dijo Ritsu, con Yui y Azusa al lado.

- ¿Estabas esperando a Mugi-chan? - me preguntó Yui -. Nos dijo que hoy también se iba con Sawa-chan.

Antes de que pudiera decir algo, Azusa comentó:

- Se siente un poco raro irnos sin Mugi-senpai, cuando ella no está el ambiente es algo solitario.

- Sí, ¡espero que vuelva a caminar con nosotras pronto! - exclamó Yui.

- Yo también - dijo Ritsu.

- Sí, ella es como el rayo de luz del grupo - dije, sin pensarlo mucho.

- Eeh, ¿¡no soy yo?! - dijo Ritsu -. Yo soy la que más brilla, ¡y soy la presidenta de la banda!

Estaba a punto de darle un golpe en la cabeza, pero recordé lo que pensé antes.

- Tú eres algo aún mejor, eres el sol - le dije.

Yui y Azusa se miraron confundidas, y Ritsu quedó pasmada.

- ¿Esto, lo podrías repetir? - me pidió.

- Eres el sol. Transmites alegría y vida - le respondí.

- ¡Guau, Mio-chan te está halagando, Ricchan! - le dijo Yui a Ritsu.

- Normalmente Mio-senpai no dice esas cosas - mencionó Azusa.

- Gracias, Mio - me dijo Ritsu finalmente -. ¿Vamos?

- Sí, vamos - le respondí.

Cuando Ritsu y yo nos separamos de Yui y Azusa, Ritsu me preguntó si quería cenar en su casa, entonces le dije:

- Claro que sí, me parece rico. ¿Tú vas a prepararla?

- Sí, ¡voy a hacer un curry! - exclamó.

- ¿Otro plato con arroz? Ritsu, ¡no puedes comer tanto arroz!

- Pero no hay nada como el arroz, te da energía, nunca te cansas de él y es fácil de preparar - me respondió.

- Bueno, eso sí es verdad - le dije afablemente.

Mi dulce RicchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora