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Recuerdo...
Recuerdo que cuando era niña mis padres, en una luna de invierno. Nos llevaron sobre sus lomos por la ciudad, corriendo entre las calles y encontrando a demás lobos.

Esa noche nos llevaron con ellos para mostrarnos la gran cantidad de gente como nosotros. Nos llevaron para qué nos familiarizamos con ellos para llegado el momento jugáramos en el fango con los demás cachorros.

Mis hermanos lo lograron al año. Yo, yo no lo hice. Ni al siguiente, ni al siguiente.

No podía entender por qué era diferente ¿Qué estaba haciendo mal como para qué me castigarán de esa manera?

Algunas tardes escuchaba como mamá susurraba cosas a sus amigas. La manera en la que se preocupaba e incluso pensando que ella era la del problema.

Las burlas de mis hermanos. Las risas de la comunidad lobuna de la ciudad.

Todas las lunas llenas me quedaba sola en casa. Esperando, soñando en hacerme lobo y correr desenfrenada con ellos, jugar con ellos. Ese siempre fue mi sueño...

-Eres bastante rápida- halaga Merlina con cierta euforia desconocida en su tono.

La luna llena llegó esta noche. Todos los lobos de la escuela salieron en manada, me invitaron a revolcarme, a jugar, a morder y salivar.

Pero en su lugar llevo a Merlina en mi lomo. Corriendo entre los árboles de Jericó, escuchando los latidos de su emocionado corazón, jugando cada que puedo con ella, revoloteando a su alrededor.

Incluso alguien cómo yo jamás habría imaginado algo cómo esto, algo cómo ella.

Después de una gran carrera es que ahora solo caminó. Merlina sigue sobre mí, acariciando mi lomo cada dos por tres.

-Entonces ¿Ya hay control?- pregunta notando que no le atacó cómo uno pensaría. Hago un ruido perruno y ella palmea el lomo -Bien-

El cielo está despejado, la luna ilumina con intensidad el bosque.

No necesito tener luz para ver, pero es un regalo nocturno que se agradece. El crujir de ramas bajo mis patas, la tierra metiéndose entre mis garras y el frío bajo estás.

No hay nada que necesite salvó esto.

-Estuve leyendo el libro de licantropía- explica Merlina jugando con mi pelo -Dice que los lobos reconocen olores por más débiles que sean y, que si es en un momento de estrés. El olor de ese algo que se busca aparece en la vista del lobo ¿Es verdad?-

Paro el andar ¿Cómo respondo eso? Es verdad que así la encontré la vez pasada. Literalmente todos mis instintos explotarán en la vista y olfato dejándome ver una especie de estela.

Bajo y subo la cabeza. Merlina sonríe y acaricia detrás de mis orejas provocando que mueva la cola.

-Es bueno saber eso. Me tranquiliza-

Desde que los tíos de Merlina rondan Jericó ella apenas y está tranquila. Dice que no le preocupan ellos, que ambos son lo suficientemente buenos cómo para que la persona común los olvide.

Lo que le preocupa es su falta de respuestas. Lo único que sabemos es que está noche se infiltran y eso, es algo que tiene de nervios a la chica que se supone no tiene sentimientos.

Por lo que la mejor idea que tuve fue hacer que me acompañe a mi paseo de luna. Ahora que lo pienso ¿Por qué es que hay luna llena cada dos por tres en Jericó? No tiene sentido... Bueno, el semestre pasado un muerto regreso a la vida.

-He estado pensando... En lo nuestro- dejo salir un chillido agudo al escuchar eso -No pienses mal. Me refiero, a qué han pasado tantas cosas en estos días y semanas que. El utilizar las palabras "Novia y relación" aún hacen un choque en mí. No he podido analizarlo correctamente y me gusta la naturalidad de las cosas, es solo... Que, dios. Aún estoy confundida. Recuerdo que le dije a mi madre que jamás me enamoraría y aquí estoy tratando de explicar mis sentimientos a mi novia-

Who Is She?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora