Verme desde afuera

2 0 0
                                    

Quisiera verme desde afuera cuando me siento mal y cuando me siento plena. Observar mis expresiones, leer mis ojos, mis labios y mis gestos, arriesgarme a corroborar que soy agua clara y sentir pena por todas las veces en las que me leyeron, cuando creía que era libro cerrado.

Quisiera verme desde afuera, observarme desde los ángulos que menos me gustan, sentir el impulso de abrazarme cuando no quiero que nadie más lo haga, recorrer mi propia piel con mis dedos y hacerme sentir amada.

Quisiera verme desde afuera aunque termine gritándome que actúe, porque vivo paralizada por ansiedad, por miedo o apatía. Quisiera verme desde afuera y descubrir virtudes que no sabía que tenía, sorprenderme siendo yo misma y deseando permanecer cerca de mí.

Entre puntos y comasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora