Entre puntos y comas

Realidad Bifurcada

Tratándose de conocerme sé que de mí solo se poco, he de asombrarme cada día con mi reacción ante diferentes situaciones, mientras me dispongo a escribir mi nombre sobre los cimientos de una realidad bifurcada; cambiante, relativa, dispuesta de valles y encrucijadas. No quiero dar por supuesto que las presentaciones son ambiguas, no es mi deber decirte quien soy, ¡Atrás estigmas de cortesía!, predisposiciones que mitigan la sorpresa y el beneficio de la duda niegan, si quieres saber quién soy encuéntrame donde mis pasiones se conectan, entre las notas de una canción, cuya armonía transmite un sinfín de emociones, haciendo que tomen colores mis sentimientos antes disueltos y surja de sus adentros la inspiración convertida en canto, inquebrantable, imperturbable cuando es tocado por un motivo, doliente y cabizbajo cuando es movido por un lamento. Hállame entre líneas que escribo cuando la musa hace una inesperada visita o cuando entre tanto divagar mis pensamientos requieren externa guarida, en los dibujos que recogen en sus trazos representaciones de mis intereses y en los que de manera a veces inconsciente plasmo mis miedos no expresados, búscame en la biblioteca de una otrora curiosa niña, que ahora cercana a la adultez quiere seguir expandiendo su saber, amante del arte y del conocimiento: Soy yo, la chica de abundante cabello, castaño oscuro siempre despeinado, de flequillo cuadrado y ojos pequeños un poco rasgados, marrones bajo los rayos del Sol, negros cuando no están a su exposición, admiradora de la oscuridad de la noche y de las tonalidades previas a su furor, soñadora empedernida con enigmáticas manías, defensora de la soledad y de la verdadera compañía. Soy quien anhela volar por el cielo y darle la vuelta al universo, cruzar los mares, viajar por el tiempo, lograr lo imposible igual que en los cuentos.