Cuando el viento sopla

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Cuando el viento sopla fuertemente no hay nada que lo pare, la fuerza de su movimiento ocasiona que todo lo que a él se acerque vuele y se devuelva a su lugar de origen o que vuele y transite por caminos lejanos por los que no espera cruzarse. Cuando el amor sopla fuertemente no hay nadie que lo pare, la fuerza de su movimiento ignora todo lo que a él se acerque que no tenga intención de acrecentarlo, viéndose en la necesidad de volar hasta su lugar de origen o hasta el punto de llegada, es decir, moviéndose de un corazón a otro y aumentando la fuerza de su intensidad. Esa es la diferencia entre la fuerza del viento y la fuerza de un sentimiento.





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