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BETTY 

Habíamos llegado al hotel, y para mi sorpresa había un error en la reserva por lo que nos tocaba compartir habitación, no sabía como tomarme eso, estar sola durante el día con Marcela era una una cosa pero tener que dormir en la misma habitación era algo que no pensaba que podría llegar a suceder. Cuando entramos me di cuenta de que solo había una cama, nos tocaría dormir juntas, si es que no me daba un ataque antes.

-Betty, que le parece si deshacemos las maletas y cenamos fuera. - respondí con un leve asentimiento, me parecía buena idea salir un rato y conocer la ciudad. Comencé a deshacer mi maleta cuando la vi sacar de la suya una lencería muy sexy, acaso pensaba usar eso para salir a una simple reunión. Me estaba sonrojando demasiado con solo pensar en ella con eso mientras la desvestía poco a poco, aparte la mirada un poco apenada por mis pensamientos y me fui hacia el aseo para poder respirar con normalidad, definitivamente iba ha ser difícil controlarme con Marcela cerca y encima sabiendo que lleva ese tipo de lencería, era mi perdición y lo sabía.

Terminamos de desempacar y montamos en un taxi que nos llevo a uno de los restaurantes más bonitos de la ciudad, al llegar Marcela se adelanto para pedir una mesa, el lugar era muy acogedor y bastante tranquilo. Nos dieron una de las mensas más alejadas y lo agradecí, aun me cuesta acostumbrarme a este tipo de restaurantes.

-¿Qué desean tomar para beber señoritas? - pregunto el mesero.

-Yo una copa de vino, ¿tú Betty? - dios esa sonrisa me estaba matando y no podía pensar en otra cosa que no fuera en besar esos labios.

-Ehmm... vino también – respondí un tanto nerviosa, eso era lo que Marcela causaba en mi, ni siquiera me acordaba de como respirar.

Terminamos de cenar con una conversación agradable, la verdad creo que nos pasamos de copas, porque yo ya estaba mareada y Marcela perecía ir igual o peor que yo. Solo espero que mañana estemos bien para la reunión a la hora de comer. Salimos del lugar y decidimos ir andando hasta el hotel, este no quedaba muy lejos y así aprovecharíamos para ver más de la ciudad.

Íbamos caminado tranquilamente cuando Marcela se paró de golpe haciendo que imitara su acción al instante.

-¿Sucede algo Doña Marcela? - pregunte un tanto asustada por su acción repentina.

-Sabes, te ves preciosa con ese traje – me sonroje al instante por lo que había dicho, era claro que era el alcohol quien hablaba.

-Vamos, se hace tarde y creo que ha tomado demasiado, esta delirando. - dije un tanto triste por pensar que solo se trataba por el vino.

-No estoy delirando Beatriz, es usted la mujer más bella del mundo, y no creas que lo digo por el vino, estoy perfectamente sobria. - contesto con una leve sonrisa y un pequeño sonrojo, ¿acaso lo decía de verdad?.

-Usted también es muy bonita Doña Marcela. - di un pequeño suspiro al reconoces en voz alta lo que siempre había pensado de ella.

Marcela se acerco muy despacio hacia donde yo me encontraba, estábamos a milímetros una de la otra y podía notar con claridad su respiración mientras chocaba contra mis labios.

-No me llame Doña, no después de esto.... - y sin más Marcela acorto la distancia que separaba nuestros labios, haciendo que estos chocaran levemente, al principio fue un simple roce, para dar paso después a uno demasiado necesitado y salvaje. Lentamente lamí sus labios pidiendo permiso para entrar en su boca, acción que correspondió al instante. Nos separamos muy lentamente por la falta de aire, pero sin separar nuestras frentes, ambas teníamos la respiración agitada y ni que decir de la excitación que había comenzado a crecer. Había sido maravilloso, mejor de lo que me había esperado.

-Beatriz, me gusta, bueno en realidad es mucho más que eso, y me gustaría poder conquistarla como usted ya ha hecho conmigo – Marcela a penas había susurrado esas palabras pero por la cercanía las había escuchado perfectamente, y la verdad escuchar eso hizo que mi corazón se acelerara más de lo que estaba ya, ella correspondía mis sentimientos!!!!!

- No creo que pueda conquistarme – en cuanto dije eso se separó de mi, y agacho su cabeza con una mirada triste, por lo que la agarre del mentón y la obligue a mirarme a los ojos.

-No podrá hacerlo, porque ya lo ha hecho – dije con una sonrisa y la volví a besar, tardó un poco en corresponder y supe que era porque aun estaba en shock, cuando me correspondió nos fundimos en un beso más necesitado que el anterior, pero también más emotivo, correspondíamos nuestros sentimientos.

Fuimos todo el camino hacia el hotel tomadas de las manos, dándonos pequeñas miradas y cortos besos. Cuando entramos al ascensor y se cerraron las puertas Marcela me besó, pegando mi cuerpo contra la pared, haciendo que se me escapara un pequeño jadeo por la sorpresa. La agarre por el cuello para así profundizar más el beso, se retiró de mis labios con una pequeña mordida en mi labio inferior y comenzó a dar besos húmedos por mi cuello, por lo que incline la cabeza hacia un lado mientras con mis manos acariciaba su espalda.

Me dio una pequeña mordida cerca de mi pulso que me hizo soltar un gran gemido que no pude retener. - Marce, dios!!!, creo que deberíamos parar... - dije casi sin aire por la excitación.

-¿Quieres parar? Porque yo no – dijo mientras seguía besando mi cuello y desabrochando los primero botones de mi blusa, la verdad no quería parar, pero quería tomarme las cosas con calma en nuestra relación, sin precipitar nada y además estábamos en un ascensor nos podrían ver si se habrían las puertas.

-Claro que no quiero parar, pero creo que es mejor tomarnos las cosas con calma, y no precipitarnos además nos pueden ver – dije con una leve sonrisa, al escuchar lo que dije Marcela se separo lo suficiente para poder verme a los ojos sin llegar a separarnos.

-Tienes razón, iremos poco a poco – me dio un tierno beso que correspondí y se abrieron las puertas del ascensor. Por lo que salimos tomadas de las manos y nos dirigimos hacia nuestra habitación.

Una vez dentro Marcela se fue a cambiar al aseo mientras yo me cambiaba fuera, cuando salió no pude evitar morderme el labio de lo sexy que se veía con ese diminuto pijama que traía. Nos acostamos las dos mirando hacia el techo en completo silencio.

-¿Puedo abrazarte mientras dormimos? - pregunto tímida rompiendo el silencio creado, y me pareció que se veía demasiado tierna así.

-Por su puesto que puedes – dije con una sonrisa mientra me giraba para quedar frente a ella, hizo lo mismo por lo que quedamos viéndonos de frente mientras me abrazaba por la cintura, me acerqué para darle un pequeño beso de buenas noches, el cual correspondió.

-Buenas noches preciosa – susurre contra sus labios, por lo que sonrió.

-Buenas noches mi Betty – y así nos quedamos durmiendo. Se sentía demasiado bien estar así con ella, estaba segura de que sería una de las mejores noches que había tenido desde hace mucho tiempo, y que mañana sería un día muy prometedor. 


Perdón por la tardanza 😶❤

Espero que os guste 😉

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