32🖤 Ninfómana (+18)

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NINFÓMANA 

Han pasado varias semanas temiendo que la ansiedad ha regresado, el descontrol de mi cuerpo, esa sed de sexo, placer, deseo. Ya no hay un pasado oculto que se esconde tras las sombras y la oscuridad del mismo, ahora es la muerte la que me atormenta y juega conmigo, veo la sonrisa de mi madre en cada mujer en la calle que me regala la suya en busca de mi consuelo, he vendido la casa y todas las cosas que habían allí dentro, su ropa y sus cosas han sido donadas, fue idea de Valeria, yo quería botarlas, dentro de poco empiezo la universidad y he comprado un pequeño apartamento en la cuadra de atrás de la calle Jardín, donde Markus vive con su mamá, el apartamento es como un pequeño estudio, parece más bien del estilo bohemio, en el cual me encuentro ahora, es cómodo, suficiente para mí y para Tom, a veces Markus o Valeria cuando deciden acompañarme, lo otro es que yo se los permita, no es mi casa, donde crecí y viví tantas emociones, pero está bien, prefiero estar aquí adaptándome al lugar que regresar a aquella que para mí esta maldita y que en cada rincón puedo ver a mi madre esconderse y escuchar sus gritos.

He amoblado el apartamento un poco, con cosas que realmente necesito, el resto del dinero de la casa está en un fondo para la universidad y con la beca que me han dado tengo el dinero suficiente para culminar la carrera de manera tranquila, solo debo saber administrarme.

— ¿Qué edad tienes?

Pregunta el gorila vestido de negro que está justo en la entrada al bar, es primera vez que vengo a un lugar de estos, y a mi amigo le he parecido muy pequeña, algo tierna y quizás extraño verme sola.

—Lo suficiente para ingresar.

—Debes mostrarme tu identificación.

Sonrío, piensa que ha de devolverme, busco entre mi bolso pequeño que combina con mis botas y saco mi identificación, ya voy a cumplir los 19 solo me faltan algunos días, el gorila la revisa y verifica que sea autentica, se hace a un lado y me deja pasar.

Entro al lugar luego de atravesar un largo pasillo, al final bajo algunos escalones y abren una puerta enorme de madera, ya estando dentro observo lo poco que se puede apreciar, el lugar esta oscuro con algunas luces opacas sobre el techo y lámparas en las esquinas, la barra si está muy bien alumbrada, imagino para que la gente pueda observar bien las botellas de licor, al igual que dónde y cómo las preparan, camino hacia la barra entre la gente bailando con sus cuerpos húmedos y calientes, mi cuerpo se estremece ante el calor del lugar, se enciende al ver cuerpos estrujándose unos a otros, con besos y caricias. Me dirijo hacía por una bebida y me siento cuando al momento se acerca una sexi chica que según el nombre en su camiseta se llama Pamela, se acerca desde el otro lado de la barra a preguntarme que quiero tomar, es primera vez que vengo a el lugar, así que dejo que ella me recomiende algo.

La observó preparar la bebida entre una botella de licor que toma de la vitrina ubicada tras su espalda y lo mezcla con algo de frutas y un poco de chocolate, no sé qué prepara, pero seguro que me va a gustar es lo que ella ha dicho. Miro mi celular que no deja de vibrar, son Markus y Valeria que al parecer se turnan para hacer sus respectivas llamadas, mismas llamadas que llevo ignorando desde que salí de mi casa, sé que se preguntaran dónde estoy y quizás Markus tenga miedo de mi ansiedad sexual, quizás tenga miedo de que esta noche termine en otra cama, y eso, justamente eso es lo que mi cuerpo quiere, pero debo saber controlarme, debo saber respirar y apretar con fuerza mis piernas entrelazadas para que no se note mi humedad.

He decidido apagar mi celular y dejarlo dentro del bolso, al voltear mi bebida ya está lista y me la han servido, se ve muy provocativa como cada cosa en este lugar, observó alrededor cerca al DJ un par de chicas riendo y bailando, todas tienen algo en particular y que tiene a todos con sus ojos fijos en ellas, y son sus camisetas blancas mojadas, no tienen nada debajo y se les notan los pezones endurecidos gracias al agua y al frío de la noche que las alcanza debido a la ventana del fondo abierta. Cojo mi vaso y me voy directo hacia donde están ellas, sus cuerpos y la música me seducen, camino entre la multitud y agradezco haber traído mi vestido rojo con apertura en v sobre la espalda, eso me hace sexi, así me siento esta noche, así me quiero sentir, ya no necesito llorar más, llevare el dolor de otra manera y lo sacare de mi cuerpo antes de que se apodere de mí, nuevamente. Me termino de acercar a las chicas, no hace falta hablarles, una de ellas me extiende la mano y antes de subir me muestran un balde de aluminio pequeño de agua y sé que para subir deben mojarme, asiento con la cabeza.

Ninfómana, El Diario De Dakota (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora