Ninfómana, El Diario De Dakota (Libro 1)

20🖤 Hablame de ti

HABLAME DE TI

"No hay que cerrarle las puertas al amor, es un sentimiento que solo hay que dejarle entrar, bueno que cuando te das cuenta es porque ya lo ha hecho y de la manera más brusca y aun así ni lo notas hasta que ya se ha apoderado de todo tu ser, ya no controlas tus pensamientos, las situaciones cuando tienes a esa persona a tu lado, te hace débil ante él y a la vez fuerte para seguir luchando. El amor nos enseña la capacidad que tenemos de amar y ser amado, nos muestra esa parte rosa de la vida que tanto nos empeñamos en dejar a un lado, ya sea por lo cursi y lo ridícula que puede ser, eso es lo que creemos, sin embargo así no es, la evitamos por el color negro que viene luego del rosa, el dolor y el sufrimiento que trae consigo eso que llamamos amor y muchos les complace sentirlo, el amor no solo viene con flores y corazones gigantes, también trae nubes grises y tormentas que desplomarían hasta al más grande de los robles. Le huimos, pero este igual un día nos alcanza y ya no hay marcha atrás, lo debes sentir, debes vivirlo ya sea para ver el color rosa todos los días o vivir en ese color negro lleno de soles y noches tristes y desesperadas. No nos engañemos, no son las personas, es el amor. Nadie puede lastimarte si no hay sentimientos de por medio, una persona cualquiera no te hace débil, la persona que amas si, y eso se lo debemos nada más y menos que al amor"

— ¿A dónde me llevas? nunca había venido a esta parte de la ciudad.

— ¿Has ido al mirador oculto de Hannah?

—No había oído mencionar el lugar —lo miro con curiosidad, no sé si me engaña para sacarme de mi nube gris por un rato.

—Sí, lo imagino. Pocos conocemos de este lugar.

— ¿Por qué casi nadie lo conoce? —pregunto aún más curiosa ¿por qué yo no le conozco?

—Porque es especial, y solo lo que los conocemos traemos a alguien importante aquí — no puedo dejar de mirarlo con las palabras tan cursis que ha dejado salir, pero se siente bien saber que soy especial para él.

—Entiendo.

No me imagine que había un mirador así a lo alto de la ciudad, se puede apreciar todo y a la vez nada, los detalles y las luces de los edificios y las casas intentando llegar hasta acá.

—Hace frio aquí arriba.

—Ven traje esto para ti

—Tu chaqueta de cuero, pensé que no la prestabas.

—Solo a ti.

— ¿Por qué me trajiste aquí Markus?

—Quiero que salgamos de tú habitación, que hablemos en un lugar tranquilo y diferente.

— ¿Hablar? No entiendo.

—Si pequeña, hablar. De nosotros. No sé qué acaba de suceder hace una hora en tu casa, escuche gritos y note que había un hombre con ustedes, solo no me quise entrometer.

—Entonces cuéntame porque no sé nada de ti.

—Ven bajemos del auto quiero mostrarte algo —ambos bajamos al tiempo y dejamos la puertas abiertas tras de nosotros, me toma de la mano y me encamina hacia lo que alcanzo ver como rejas de madera que dividen el lugar, se me acerca por detrás y rodea mi cintura con sus brazos— ¿Ves aquel edificio que tiene un aura diferente? —pregunta señalando hacia la ciudad.

—Sí, el alumbrado es azul y se aprecia algo débil desde aquí.

—En el segundo piso, apto 203. Ahí vivo con mi madre.

—Nunca me has hablado sobre ella.

—Evito hacerlo —siento un profundo suspiro que deja escapar sobre mi cuello.