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El sudor en su frente bajaba constantemente, mientras el de rizos apretaba los ojos fuertemente intentando luchar contra su pesadilla. Unos golpes fuertes contra la puerta hizo que este terminará su tormento y saliera de aquel sueño tan feo que había tenido. Al levantarse de la cama sintió unas fuertes ganas de vomitar, salió corriendo de ahí en dirección hacia el baño, haciendo que su compañero de departamento se preocupase.
Andrés Guardado corrió también en su dirección y se arrodillo con el castaño, mientras sostenía con sus manos el cabello rizado de este, para evitar que se manchara. Al terminar de vomitar, Ochoa se puso a llorar, las lágrimas salían constantemente y eso hizo preocupar a Guardado, este tomo en sus manos el rostro de Ochoa.

Guardado quería saber el por qué de las lagrimas del Alfa, pues jamás lo había visto llorar de tal forma durante tanto tiempo. El Alfa unos minutos después limpió su rostro y miró a Guardado preocupado, el llanto le había nublado los sentidos y no sabía que su compañero se encontraba ahí.

ー ¿Qué pasa? ー Preguntó Guardado
ー Nada ー Musito casi de inmediato ー Es solo que me dolió la garganta ー Intento dibujar una sonrisa para hacer que el Beta, no se preocupará
ー Esta bien ー Habló no muy convencido de ello

ー ¿Necesitas algo? ー El de rizos se levantó y limpio su rostro
ー Sí, ya han mandando la convocatoria y te necesitamos
ー En un momento voy ー Guardado se marchó y el castaño pudo dirigirse a su habitación para que pudiera cambiarse.

Este se coloco una camisa térmica y bajo al Lobby donde se encontraban sus compañeros.
Al llegar Andrés comenzó a nombrar a los que estaban dentro de la convocatoria, entre ellos, nombro dos personas que hicieron que el estómago ya vacío de Memo, comenzará a resolverse, Rogelio Funes Mori y Héctor Herrera.

Más sabía que aún tenía a Vega, Lozano y a Guardado, quienes eran de sus mejores amigos. Tras terminar de mencionar a los que irían a Qatar, Ochoa se retiro y de nuevo fue a su habitación. Más no contaba con que alguien lo seguía.
Lozano, quien se había enterado gracias a Guardado lo sucedido con su amigo, decidió ir a ver como se encontraba.

Tocó la puerta dos veces y casi a la tercera la puerta se abrió, dejando ver al de rizos con lágrimas cayendo por sus pómulos rojos por el llanto. Lozano no pensó dos veces y lo abrazo inmediatamente, le dolía ver al Alfa de tal forma.
ー ¿Volvió a pasar, Guille? ー Hablo suavemente alejándose de los brazos del mencionado.
ー Sí ー La voz de Guillermo era débil, aun a pesar de que este tuviera una voz bastante fuerte y clara.

Lozano de nuevo volvió a envolverlo con sus brazos sintiendo como las lágrimas de Guillermo empapaban su camisa, el solo pudo sentirse preocupado por la condición del Alfa, pues estaban a unos días de empezar el entrenamiento para el mundial.

Hace un tiempo;
★★★★★★

Guillermo siempre había sido alguien demasiado tímido y a pesar de haber entrado a la selección de fútbol en su secundaria, no lograba comunicarse con sus compañeros. Gracias a ello comenzó a ser víctima de bullying por su nula habla y su torpe apariencia. Ochoa comenzaba a sentir que todos los comentarios llenos de malicia hacia él, eran ciertos, por lo que decidió cambiar, pero no de forma buena.
Ochoa comenzó a dejar la timidez atrás y decidió acercarse a sus compañeros y a tener hábitos alimenticios muy malos.

Poco a poco los comentarios cesaron, más Ochoa seguía manteniendo esos hábitos. Su rutina era comer muy poco o algunas veces, no comer nada, también era hacer demasiado ejercicio ya que decía que con eso lograría verse más atractivo.
Con el paso del tiempo, el cuerpo de Ochoa comenzó a rechazar la comida o el poco alimento que consumía. Los desmayos eran más frecuentes y los dolores de cabeza permanecían durante semanas.

Sus papás comenzaron a darse cuenta de la condición se Guillermo y lo único que hicieron fue obligarlo a comer, cosa que provocó que Guillermo cada que comiera lo vomitara, su cuerpo se acostumbro a vivir así todo el tiempo, pues sentía que no daba lo sufiente como portero en el fútbol, haciendo que su baja autoestima incrementará.

Con el paso del tiempo Ochoa conoció a Lozano y Guardado, quienes se volvieron una parte importante para él. Lozano fue el primero que se dio cuenta de los problemas con la comida que tenía Guillermo, pues cada que comían juntos, el de rizos comía muy poco, también siempre solía traer con él agua y chicles que hacían que el estómago de Guillermo fuera engañado por la insuficiente comida.
Lozano decidió ayudarlo, intentando convencerlo de que debía ir con un psicólogo, pero nada de eso funcionaba, Guillermo era terco con decir que así el estaba bien y se sentía bien con ello.

Lozano mantuvo el secreto de su enfermedad, pues sabía que Guardado, era demasiado sobreprotector con Guillermo y probablemente obligaría al de rizos a comer.

★★★★★★

Lozano pudo sentir como el castaño caía en un sueño por tanto llorar, por lo que solo lo ayudo a recostarse en su cama, tenía que descansar, pues dentro de dos días volarían a Qatar para pronto comenzar con el proceso de entrenamiento para el mundial que se llevaría acabo.
Lozano salió de la habitación y se dirigió a la cocina, se sentó en la silla que estaba frente a la barra y se tapó el rostro comenzando a dejar salir lágrimas. Se sentía mal por no poder ayudar a su mejor amigo, pero no podía culparse ni culparlo,  pues él aún no sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, y que poco a poco, el solo se estaba consumiendo.

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