Todo por un asesino (Black Goku Y Tu)

Capítulo Final

Bailemos... Hasta que los corazones se detengan y solo uno quede en pie

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La felicidad llega en los momentos más difíciles y a veces puede camuflarse, fingiendo ser aquella oscuridad que tanto odio y repulsión causa, pero el tiempo se encarga de demostrarnos que aquello que vemos a simple vista no siempre es lo que parece, la oscuridad en realidad puede llegar a ser la luz que tanto habiamos anhelado, soñando cada noche con tenerla.

Pero las luces se apagan y la felicidad puede durar tanto como un parpadeo o un suspiro.

Es efímero, duele cuando acaba pero siempre queremos más de ella, siempre buscamos aunque sea un poco de aquella felicidad que nos hace falta para llenar un vacío que puede llegar a ser tan grande como un agujero negro, devorando sin parar nuestras vidas.

Todos queremos ser felices, por ellos vivimos buscando esa luz.

Pero... ¿Qué es peor?

¿Nunca encontrar aquella luz? Ó...

¿Encontrarla pero estar destinado a perderla de nuevo?

Ella había encontrado la respuesta sin haberse hecho esas dos preguntas.

– Hey, _____ ¿estás bien? Creo que deberíamos detenernos.

– ¡No! ¡Puedo seguir! ¡Debo ser fuerte! Si no lo soy estaré siempre perdiendo a quienes aprecio...

Había sido privada de tantos años de vida, congelada en un planeta que ni siquiera era suyo, presa de seres crueles que habían jugado con su cuerpo, su sangre y acabaron por fragmentar su vida.

– Es hermoso...

– ¿Que cosa?

– El mundo... Es más verde de lo que jamás había visto, el aire se siente tan puro y ¡mira! Los animales no viven con miedo, son libres, libres de vivir como quieran.

Sus pasos se acercaron a aquel cráter que se había formado en el suelo, ignorando los llamados de los otros cuatro sayajines y fijando su mirada únicamente en aquel bulto negro que hacía que su corazón latiera ansioso.

– ¿Black?

Su llamado fue ignorado y sus ojos comenzaron a picar cuando se dió cuenta que no había energía a su alrededor, sólo un inquietante silencio que comenzaba a matarla.

– Black...

Cayó de rodillas ante él, sus ojos estaban cerrados, sus ropas estaban destrozadas y tenía múltiples heridas por todo su cuerpo, pero había una, la que cruzaba desde su cuello, pasando por su pecho y acabando en su estómago.
Acarició su mejilla y las lágrimas comenzaron a empapar las suyas.

- Por favor no te vayas... Te lo ruego... No quiero quedarme sola...

Su pecho dolía como nunca, ni siquiera años atrás había dolido tanto, pero esta vez... Su felicidad estaba ahí, se había convertido en una estrella que luego de tantos milenios brillando se había apagado.

Golpeó el suelo al lado de su cabeza y la lluvia que caía de sus ojos se intensificó aún más...

No hubo un adiós...

No hubo una última sonrisa...

No hubo un último beso...

Todo se había resumido en nada.

- ¡No puedes hacerme esto!... ¿No que estaríamos juntos por toda la eternidad?

Apretó los dientes cuando la tristeza cambió a furia.