Todo por un asesino (Black Goku Y Tu)

Epílogo.

Sus pasos errantes sobre un montón de espinas dibujaban un camino de sangre que la seguía por donde sea que pasara, el silencio siendo su único compañero y la soledad su más fiel confidente

¿Como había llegado a esto?

Sentía que había pasado una eternidad, aunque en realidad el paso del tiempo se había vuelto algo completamente diferente para ella.
Los días habían perdido su color y el brillo de la noche había desaparecido, toda aquella vida silvestre que tanto le había gustado ahora no era más que un simple recuerdo; porque a pesar de que seguía allí, era como si para ella no existiera.

Todo lo que le importaba yacía muerto y sepultado en aquella tierra marchita.

Trunks y _____ habían estado peleando luego de que ella haya matado al padre del primero. Todo había había estado centrado en ellos dos mientras que Gohan intentaba acercarse a Goku que también yacía con heridas un poco más graves que las de su hijo.

Los tres pensaron que ella estaba tan entretenida peleando contra el peli lila que no pensaron: Ella puede simplemente dejar de lado un segundo la pelea, volar hacia padre e hijo y matar a uno de ellos.
Porque fue eso lo que hizo.

El chico peleaba bien, pero al estar cegado por la ira no pensaba correctamente y sus puños a pesar de ser fuertes no eran más que golpes lanzados al aire que ella esquivaba, cuando menos él lo pensó ella le dió una patada que hizo que se estrellara contra un edificio cercano y de sus labios salieran finos hilos de sangre debido al golpe.

Ella se giró observando como Gohan intentaba poner de pie a su padre pero como también estaba herido no podía hacer mucho a pesar de ser alguien sumamente fuerte.
Entonces avanzó con sus ojos brillando de un color carmín, tan rojo como la sangre que aún caía de sus heridas.

– _____, _____ por favor reacciona. Esa no eres tú te están....

– ¡Cállate! – habló por primera vez y tras esa palabra en suelo dio una pequeña sacudida y aparecieron grietas bajo ella – No hables como si me conocieras, eres un simple forastero, ni siquiera perteneces a este tiempo ¿e intentas hacerme cambiar de parecer cuando ni siquiera Trunks pudo hacerlo? No me jodas – Su sangre volvió a convertirse en hilos que salían desde las puntas de sus dedos, ellos sabían que a pesar de verse inofensivas, eran tan filosas como mil espadas – Iba a ser gentil sólo porque en este tiempo mi maestro fue Gohan, pero se atrevieron a tocarlo, se atrevieron a matarlo... Así que no creas que tendré piedad.

– ¡_____, detente! – Gritó Goku cuando aquellos hilos mortales se dirigieron hacia su hijo.

Sacó fuerza de dónde no tenía y se colocó frente a Gohan para recibir aquel ataque, cosa que pasó.
Los hilos lo rodearon y se ajustaron a su cuerpo, apretando poco a poco que comenzaron a cortar.

– _____... – Susurró e hizo una mueca de dolor cuando se ajustó más.

– No hables. Por más parecidos que sean... Por más se él haya tenido un cuerpo idéntico... Tu no eres él, así que no tengo porqué contenerme – Estiró los hilos hacia sí escuchando el grito de agonía de un padre y de desesperación de un hijo, y detrás de ella, allá lejos donde Trunks había estado inconsciente por unos segundos, lo escuchó a él gritando el nombre de aquel hombre en quien habían depositado la mayor parte de la esperanza de la humanidad.

Su segunda victima fue Goku, quien se sacrificó para salvar a su hijo.

Sus pasos la llevaron a ese lugar, donde había una alfombra verde de pasto y cualquier planta con flor que jamás había visto, ese era el mundo que Black y Zamasu querían gobernar, pero ninguno de los dos estaban allí. Ella era la única persona viva en ese mundo.