UNA VIDA, UN AMOR FALLIDO Y UNA ULTIMA SONRISA...
212
Fue raro,
no pude llorar,
pero mi alma
estaba hecha pedazos.
Alice sentía el corazón en el pecho, bombéante, cálido. Al igual que el de él... se lo juro, se aferró a él rogando por una solución. Por un hueco en el mundo para ellos, por amarlo.
—Ámame, si, es lo único que necesito. Aun si estamos lejos, a ti, sabiente amándome—le susurro, rogándole. —Por favor, Hades, puedo perdonarte cualquiera cosa. A ti, mi vida, solo si lo reiteras...
—Te amare hasta que deje de sentir, hasta que mi cuerpo ya no pueda más y tu recuerdo se desvanezca en mi mente y corazón. Te amaré porque así lo decido, y por qué no encuentro otra forma de seguir que no sea esa, contigo, clavada en mi ser...
Y Alice lo sabía, por eso, muy en el fondo, le dolía. Porque la sabia unidos, seguros de ello. Necesito eso desde el momento que volvió. Lo habían necesitado todo ese tiempo, ya no quería pelear, ya no quería más mentiras. Si sabía que el tiempo que tenían podía ser tan limitado y en ese momento peligroso, ¿por qué arruinarlo? Sabía que, conforme avanzaban era más difícil separarse, ¡y como lo hacían! Como podía dejar de sentirse así, que pacto era necesario para que él no fuera él... era el único chico, al que siempre había deseado, el que abría cada puerta de su curiosa mente, el que la amaría por siempre solo por ser ella... solo por llegar a existir.
...
—Es hermosa —dijo Alice, apenas llagar al jardín trasero junto a Bianca y sonrió cuando esta dejo la foto de Nicolás bebe en la mesilla. Y levanto la cabeza mientras veía Alice, consternada. —¿Te molesta si me siento?
//
Salió del salón de física mirando su examen y sonriendo al instante. Apretó los puños y asintió algunas veces antes de darse cuenta de que aún había alumnos allí. Entonces saco su teléfono y busco el contacto de Alice. "Lo logre. Parece ser que no volveré a tener que lidiar con satanás" envió el mensaje mientras guardaba su móvil y se dirigía a la salida. Estaba a unos metros de su convertible rojo con las llaves en su mano, cuando distinguió la figura madura, de cabello apenas largo y bien cuidado. Recargado en su coche de frente, mientras veía su teléfono.
—¿Hades? —confirmo apenas llegar junto a él y que al fin lo mirara, como solía mirar a todos, con apenas expresión cordial. —¿Qué haces aquí? —Nicolás estaba verdaderamente intrigado.
—¿Has terminado tu examen? —Nicolás asintió, frunciendo el ceño. Hades metió sus manos en sus bolsillos y comenzó a caminar a su camioneta, después se giró para decirle: —sube, me han dicho que no puedes ir a casa sin ir por un café antes.
En la ciudad Nicolás miraba a su alrededor consternado, al mismo tiempo que daba algunas repasadas a Hades. Lo siguió hasta un pequeño restaurante donde había algunos empresarios. Hades tomo asiento. No había dicho casi nada desde que subió al coche, sin música, sin mirarlo...
—¿Te gusta la comida india cierto? Alice me lo dijo hoy por la mañana —comento, mirando el menú. Al no obtener respuesta miro a Nicolás enarcando una ceja, se dio cuenta que no controlaba la expresión de asombro.
—Ah, sí... gracias —Hades asintió y volvió a mirar el menú mientras ordenaba una copa de vino a la mesera. —¿Me has traído aquí porque Alice te lo pidió?
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SERENDIPIA #2
Teen FictionSegundo libro. Alice mantenía la foto en Milán con Nicolás, colgada a lado de su espejo. Sus zapatos a juego, guardados en perfecto estado, a la vista en su armario. Los anillos de oro y zafiro, que encajaban como ella y el, todos los días en su m...