FOUR

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Carino

***

Luego de caminar mucho rato, logre llegar al dichoso pueblo donde la gente te miraba raro si eras diferente y el clasismo rondaba, casi tanto como la hipocresía. Los pueblerinos eran patéticos y asquerosos.

Cruzo la calle cuando veo a la directora en su auto hablando por teléfono y me voy directamente al café que esta en la esquina. Al entrar, veo que se encuentra bastante solitario, cosa que, realmente agradezco.

En la barra, merlina se encuentra con...Un chico...Arreglando una maquina de café...

¿Esto es real?

Me acerco a ellos con cautela, oliendo el fuerte aroma de nervios del joven y la amargura de mi hermana.

-¿que mierda haces?- cuestiono sentándome mientras la miro.

La pelinegra se asombra bastante al verme e incluso lo hace notorio, pero rápidamente se vuelve a poner seria, mirándome con ganas de asesinarme, como siempre realmente.

-arreglo esto- responde obvia mirando la maquina- este chico me ayudará a escapar.

-yo no acepté eso realmente- dice rápidamente cuando lo miro con cara asesina con sed de sangre. Frunzo el seño y lo reparo de arriba abajo, sintiendo vibras raras a su al rededor.

-merlina- gruño mirándola, ella solo se encoje de hombros como si no planeara nada malo- vamos niña, no es tan malo estar aquí.

-¿no es tan malo?- repone algo molesta

-si, no es tan malo- repito ya hastiada de su necesidad de escapar- sabes que no encontraremos otro lugar tan genial como nunca jamás, se que en el fondo lo sabes, pero tu enojo con madre es mayor.

-cállate- escupe terminando de arreglar aquella maquina

-haría cualquier cosa por ti, en serio- le digo suavizando mi tono de voz- pero joder niña, tendrías que ser un poco mas agradecida.

-yo no pedi nacer y tampoco pedí que me mandaran aquí; no tengo qué agradecer, Layal

Suspiro con cansancio, a esta altura, ya tendría que saber como es.

-si, tienes razón.- acepto exhausta- quiero un café doble; ya

Rápidamente el joven ese se pone en marcha, sintiendo la tensión del momento. Cuando a ambas nos dan nuestros cafés, nos sentamos en la mesa que merlina quiere, mirando hacia la ventana, ninguna sin decir una sola palabra.

El tiempo pasa lento y tortuoso, tristemente no es la tortura que a mi suele gustarme, pero, de pronto, la puerta se abre dándole paso a tres chicos vestidos ridículamente como...¿Señores del año 1000 antes de cristo?

Uno es de piel oscura, mirada indiferente que detona incomodidad hacia la situación, el otro, del medio es mas robusto, enano y desagradable, principalmente por su cara de superioridad que mira con desprecio a los demás sin tener razón alguna, el ultimo, es mas parecido al segundo, pero poco mas alto, sin embargo, su rostro sigue siendo el mismo; desprecio absoluto por aquellos que el piensa que son inferiores.

Este tipo de gente me desagrada demasiado...

-¿que hacen unas raritas de nunca mas fuera?- pregunta uno de ellos con desprecio mirándonos con repudio.

-¿por que están vestidos como jodidos fanáticos religiosos?- pregunto con asco observando tales atuendos que traen

-somos peregrinos- responde obvio como si fuera algo casual.

-es la misma cosa- increpa merlina tirándole leña al fuego.

-trabajamos en mundo peregrino- responde el de tez oscura casi ofendido mirando a merlina, ignorando e intentando no hacer contacto visual conmigo,

It's you (Xavier y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora