𝑰𝑰𝑰

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Sin saber en que momento había pasado, Jungwon estaba siendo casi devorado por cierto pelinegro mientras entraban a la casa de este.

El pelinegro alzó al más bajo tomándolo por los muslos, sin intención alguna de separarse de los dulces labios de este.

El castaño se dejó cargar por Heeseung, aferrándose a él para no caer mientras subían las escaleras hacia la habitación entre estrepitosos pasos y besos intensos.

Lo siguiente que sintió el más bajo fue como aquel pelinegro lo dejaba sobre la cama para luego colocarse sobre él besando intensamente su cuello.

— Esta noche serás completamente mío, hermoso -susurró Heeseung en el oído del menor.

Los primeros rayos de sol se colaban por la ventana, iluminando el rostro de cierto castaño qué yacía dormido en una cama qué no era la suya

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Los primeros rayos de sol se colaban por la ventana, iluminando el rostro de cierto castaño qué yacía dormido en una cama qué no era la suya.

Sus ojos se abrieron lentamente, acostumbrándose poco a poco a la luz.

Se sentó en la cama y enfocó la vista para mirar a su alrededor, notando qué el pelinegro con el que había pasado la noche no estaba a su lado.

— Ash, mi cabeza -se quejó levemente al sentir los efectos de la resaca- ¿Heeseung?

— Buenos días -dijo el pelinegro saliendo del baño con una toalla enrollada en su cintura- ¿Cómo dormiste?

La vista de Jungwon se perdió en el abdomen marcado del mayor, las gotas de agua por su reciente ducha bajaban por este, y su cabello mojado lo hacía ver aún más sexy.

Negó varias veces saliendo de su trance y Heeseung lo miró extrañado.

— ¿No dormiste bien? -preguntó Heeseung con un gesto de confusión en su rostro-

— No, no, sí dormí bien -sonrió ligeramente hacia el pelinegro-

— ¿Seguro? -preguntó el pelinegro aún no convencido de la respuesta del menor-

— Completamente -asintió Jungwon al dar su respuesta-

— Cámbiate para desayunar y después te llevo -fue interrumpido por el sonido de su celular- ¿Bueno?... ¿Ahorita?... Bien, bien, voy para allá... -colgó la llamada.

— ¿Sucede algo? -dijo el castaño con cierta curiosidad.

— Nada importante, espérame aquí, no salgas -ordenó el pelinegro, para luego salir de la habitación.

Jungwon se quedó en silencio un par de segundos.

— Díganme loco, pero podría jurar que su actitud cambió de repente -murmuró el castaño aún en su pequeño trance.

Guiado por su curiosidad, decidió levantarse de la cama y salió de la habitación en completo silencio.

Al ver al pelinegro, comenzó a seguirlo, haciendo su mayor esfuerzo para no hacer ruido y que este no se diera cuenta.

𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗕𝘂𝘁 𝗣𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼 • 𝖧𝖾𝖾𝗐𝗈𝗇 [RESUBIENDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora