𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗕𝘂𝘁 𝗣𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼 • 𝖧𝖾𝖾𝗐𝗈𝗇 [RESUBIENDO]

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Durante las siguientes noches, las pesadillas sobre Ji-Kyun continuaron atormentando a Heeseung.

Justo como ahora.

El pelinegro se removía inquieto en la cama, su respiración agitada y su cuerpo sudoroso, negaba una y otra vez, parecía desesperado entre sueños.

— Prometiste defenderme de todos -decía el pelimarrón entre lágrimas.

— Pero jamás de mí -respondió Heeseung con simpleza, alzando los hombros.

— Heeseung, detén esto, por favor.

— Sabes que es algo que no puedo controlar.

— Por favor, Hee, somos mejores amigos, te quiero y me quieres. Por favor -murmuró el menor tomando las manos del pelinegro.

— Es muy tarde, Kyun -dijo el pelinegro soltandose- Me jodieron la cabeza, no puedo hacer nada contra eso

— Eres un asco de persona -dijo Ji-Kyun ahora dándole la espalda- Odio en lo que te has convertido, te odio.

Heeseung solo pudo soltar una leve carcajada.

—Yo también te quiero, cariño -mencionó con cierta burla.

Ji-Kyun suspiró antes de girar hacia Heeseung nuevamente, sacando el arma que tenia escondida en el pantalón.

Apuntó a su propia cabeza, la sonrisa del mayor se transformó en una expresión de preocupación pura.

— Ya no te aguanto -murmuró, sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas.

— ¿Qué vas a hacer con eso? -preguntó el pelinegro queriendo acercarse.

— Acabar con toda esta mierda -respondió el menor- Te quiero, pero ya no soporto esto.

— Ji-kyun, no hagas ninguna estupidez -pidió acercandose un poco más- Baja el arma, por favor.

— ¡No te acerques! -gritó el pelimarrón, sus manos temblaban.

— Ji-Kyun, por favor, te prometo que haré todo lo posible por cambiar -pidió Heeseung, al borde la desesperación.

— Adiós, Heeseung -escuchó decir al menor.

Antes de que pudiese disparar, el pelinegro se lanzó sobre él queriendo quitarle el arma.

Empezaron un forcejeo qué pareció interminable.

Ambos quedaron congelados cuando un disparo se escuchó, el arma cayó al piso.

Heeseung, al no sentir dolor, bajó la mirada preocupado, notando el abdomen del pelimarrón sangrar.

Ji-Kyun miraba sus propias manos manchadas con su sangre, no bastó mucho para que cayera inconsistente y se desplomara en los brazos de Heeseung.

El pelinegro rápidamente lo recibió en sus brazos, sentándose en el suelo mientras abrazaba a su mejor amigo y lloraba.

— Ji-Kyun, despierta, te lo suplico -pidió desesperado, aferrandose al cuerpo del menor.

Le importó poco ensuciarse toda la ropa de sangre, solo quería que Ji-Kyun abriera los ojos.

— Ji-Kyun, por favor -pidió llorando desconsolado.

— ¡Ji-Kyun! -gritó el pelinegro, abriendo los ojos de golpe después de aquello horrible sueño.

Respiraba agitado, afirmando su pecho mientras trataba estabilizarse.

Apretó una de las almohadas antes de tirarla al suelo con rabia, rompiendo a llorar.

Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había llorado en los últimos días.

Y siempre por el mismo motivo.

Siempre eran sus recuerdos atormentandolo, parecían no querer dejarlo en paz.

Y ya estaba harto de eso.