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Lon le había dejado en casa advirtiendo sobre como el infierno ardería por la mañana, no hay rastros de él o alguien que avise que había llegado, estaba segura de que llegaría por la madrugada y todo se iría al caño después.
En su habitación se deshizo su ropa para poder acostarse, que día tan escandaloso, cuando se disponía a lavar la cara observo en el espejo todo el labial corrido, a lo que sonrió ante lo que había hecho, en su cabeza se imaginaba que él le llamaría y si no iría atrás de él.
Al día siguiente hizo lo mismo de todos los días, estaba bajando cuando lo vio, estaba en la cabecera del comedor desayunando, dejo de comer para poder vela, quería analizar sus rasgos y descifrar lo que pasaría.
-Buen día, David.-si se hacía la loca, tal vez, lo ignorará.-Tenía bastante que no te veía, ¿Cómo está el trabajo?-solamente trataría de hacer algo de tiempo.
-Mmm... El trabajo como senador es pesado, como Kennedy tiene un año en el senado y decidió incluirme junto con Robert para aprender más de cerca.-volvió a comer, irradia frialdad.-Sabes, me contaron que saliste con Lon anoche, pensé que estabas ocupada con tu trabajo.-volvió a levantar su vista y sin precedentes de que la movería.
-Sí, decidimos salir un rato, tenía bastante tiempo que no lo veía, aparte la producción de la película casi termina, necesitaba un despeje.-solo por una vez pensé que dejaría las cosas ahí.
-Estoy seguro de que le estás dando mucha publicidad a la nueva película, porque los periódicos te capturaron en Luisiana Hayride.
-Decidimos salir ahí para poder pasar un tiempo juntos, aparte había varios espectáculos de música...
-Y saliendo del camerino de un tal "Elvis Presley" un chico que tiene unas caderas que parece que estuviera montando un semental.-Ay, no, ya olió a regaño, trató de tapar un poco su falta de ayer sin mencionar a Elvis, pero David es como un depredador, que busca a su presa y la acecha hasta que cae en sus garras.-Su voz y ritmo que causa delirio y palabras pecaminantes por parte de la juventud, más apreciada en las señoritas. Eso solo es un pequeño resumen de lo que pasó anoche, sumando que estuviste entre la multitud y lo fotografiaron en éxtasis con labial en su rostro.
El silencio reinó unos cuantos segundos entre nosotros, sus ojos parecían estar cansados y endurecidos.
-David yo...-dio un fuerte golpe en la mesa con su palma, haciendo un fuerte estruendo, salte ante su acción.