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Dejando todo lo que tenía para poder cumplir su sueño, el señor dice que ser avaro es malo, también su mami dice que a pesar de todos sus altibajos siempre a ávido, comida en la mesa, y él lo sabe, pero tener el sueño de ser reconocido por algo que le gusta, no estaría mal, ser alguien con un propósito y metas en la vida no es ser egoísta, solo ser una gran estrella algo que siempre le ha pedido al señor.
—Siempre serás mi mejor chica Satnin.—sostenía su barbilla para qué le mirará, sus ojos cristalizados mostraban su alma.
—Lo sé Bobbie, pero pude ver en los ojos de esas chicas que no va a ser algo pasajero, que esto va a ir en ascendencia y temo por ti.
—No me pasará nada, lo juró.—se sentó detrás de ella y ambos mirándose en el espejo —Cada noche te llamaré.—ella solo asintió para que lágrimas cayeran.
Al día siguiente, muy temprano, el Coronel, junto con las demás personas de la gira, paso por ellos, quien junto a Bill y Scotty se aventuraban a su futuro. Les prometía a su familia que volvería con bien.
El primer show fue en Luisiana, el público de Hank parecía casi dormido.
La euforia llenaba el sistema, gritos, jalones y en el primer show lanzaron lencería, hasta unas bragas le cayeron en la cabeza, Dios esto era ridículo, en otra situación estuviera asqueado, pero parecía ser parte del entrenamiento y lo disfruto, para terminar siempre regresaban a un hotel en el cual siempre llamaba a su mami para que no estuviera mal.
En el segundo fue en Misisipi, paso exactamente lo mismo, la adrenalina que corría sus venas al cantar y bailar, la forma que el público le ovacionaba como si de algún título importante tuviera, el Coronel estaba más que feliz, habíamos agotado todas las entradas, Hank por su parte era hordas y grosero no llegaba a cruzar más que palabras formales, su hijo Jimmie se convirtió en un amigo con el paso de la gira, es un chico agradable.
Al llegar al hotel hizo lo mismo de la noche pasada, llamó asegurando que todo estaba bien, pero fuera de su habitación. El pecado abundaba, había chicas que lo saludaban a través de la ventana, dejando obsequios, números de teléfono y sus medidas.
El penúltimo es Alabama, durante el tiempo en carretera, el joven se sentía agotado.
—Sabes, no creo que tu familia se preocupe solo por las giras, EP.—aclaro uno de ellos.—Toma esto, te ayudará a levantar el ánimo.
Era una pequeña pastilla blanca, tomándola vacilante la ingirió. En el radio no dejaban de sonar sus temas y elogiando lo bien que les estaba yendo en los eventos. —"Elvis Presley está rompiendo corazones por todo el sur."—esperaba que su mami no hubiera escuchado eso, la pondría loca.
