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La noche anterior había sido un caos, la cara de Presley y todas las desgracias que pasaron habían sido publicadas en los diarios.
Todo cayó, esa hermosa estrella que tanto iluminaba el cielo, había caído. Elvis Presley sería enviado al ejército.
Estaban reunidos en Graceland, todo era tan terriblemente silencioso, solo el sonido de la madera siendo quemada. La matriarca solo miraba fijamente el fuego bebiendo whisky tratando de resolver el dilema en su cabeza, Vernon hacía lo mismo que su esposa, su mirada perdida.
Parker, que acaba de dar la noticia, sostenía el papel, haciendo trabajar esa mente maestra suya. Su vista miraba de vez en cuando a cada integrante del lugar.
Angelina estaba sentada al lado de Lon y después seguía el ojiazul quien cantaba Crawfish con un toque melancólico.
-No, no hay forma que mi bebé se vaya a Alemania dos años.-Gladys interrogar el silencio, su voz sonaba tan ida. No sabía si era por el alcohol.
-Es el ejército o la cárcel.-declaró con firmeza el hombre de nieve.-Hay otra cosa, Vernon, ahora están investigando tu pasado.
-¡No tenemos nada de que avergonzarnos! Mi papi es un buen hombre.-Elvis, molesto, se pone de pie y le da la guitarra al castaño, toma el hombro de su padre
-Sí, pero tu papá estuvo en la cárcel, ya conocen los titulares escandalosos.-la firmeza del Coronel solo era otra artimaña más.-¡Elvis evade el ejército! ¡Familia de delincuentes!-la madre del muchacho le miró escandalizada
-Tal vez ya no puedas hacer shows y vender más discos.
-Según lo veo yo, el ejército podría ser un nuevo inicio para todos. Que te corten el cabello.-camina de un lado a otro, Elvis está con Gladys y le da un beso en su cabeza. Lon mira a su amiga y ella tiene una mueca en su rostro, le da un ligero apretón en la rodilla.
-Va a estar bien.-dice en voz baja, hacen contacto visual y los preciosos orbes de la muchacha solo comienzan a derramar lágrimas.
-Demuéstrales a todo el mundo que eres un chico decente americano, vete dos años y cuándo vuelvas te prometo que habré hecho lo que pueda para convertirte en la estrella más grande Hollywood.-por un momento él quería creerle, pero por otro quería solo salir de ahí. -Tú elegirás tus películas.
Elvis los dejo a todos y subió hacia su habitación, tenía bastante que pensar por ahora. Angelina le siguió después de unos minutos, el joven se encontraba mirando la luna y las bellas estrellas que los acompañaban en esa caótica noche.
-Trate de buscar ayuda con Bobby y David, si podrían darte impunidad o pagar alguna multa. Me dijeron que no podrían hacer eso, se vería como corrupción y terminaría manchando más tu imagen, perdón cariño.-dijo desde la puerta y él al verla su mirada se rompió.
