El partido no empezaba y eso estaba empezando a preocupar a Olivia
—Llevamos quince minutos de retraso —le reclamó David al árbitro, quien lo ignoró olímpicamente—. Eh, oiga, no me ignore
—Señor, vuelva a su sitio, por favor —le repitió por enésima vez el árbitro
—Esta juventud ya no respeta a sus mayores —masculló mientras obedecía entre dientes
Maxi llamó la atención de Olivia con expresión preocupada:
—¿Crees que cancelarán el partido, Vi?
La chica no supo qué responder. Solo se giró a ver con incertidumbre el banquillo de Inazuma Japón, cuyos jugadores estaban igual de nerviosos que los de Costail
—Ahora vuelvo
Llegó hasta Fiona, quien solo le señaló el asiento a su lado. Era una orden implícita para que se sentara a su lado
—¿Qué ocurre? —Le preguntó Olivia con preocupación
—No tengo ni idea
—¿Crees que...?
—¿Que se han echado atrás? —Completó Fiona, dejando de ver sus uñas para mirarla de reojo— Posiblemente, sí
Olivia maldijo entre dientes
—¿A quién os referís?
Su voz. Era su voz. Y si levantaba la vista un poco lo vería frente a ella viéndola con una ceja arqueada. No. Ella no estaba preparada para verlo aún, ni tan siquiera para escucharlo. Aún no podía dormir por las noches porque lo extrañaba. Si lo veía, seguramente colapsaría
—Respondedme
—Cállate, gafotas —Jude la miró sorprendido por su tono frío y seco, aunque en verdad se lo tenía merecido
—Dejad de pelear como un matrimonio viejo y separado —los interrumpió Caleb—. Tenemos problemas más importantes
—Hombre, separados están —murmuró Fiona
Olivia la miró con una ceja arqueada, extrañada por su expresión calmada
—Fiona, ¿cómo puedes estar tan tranquila?
—Confía en mí, Olivia, todo se arreglará
O eso esperaba. No quería tener que recurrir a medidas drásticas
—No lo... —Olivia se calló cuando vio a Laura entrar en el campo con un micrófono en la mano
¿Qué hacía esa... chica ahí? Ya tenía suficiente como para ahora soportarla a ella
—Hola
—Adiós —murmuró Olivia con asco
—Soy Laura Taylor, hija de la mano derecha del Primer Ministro Vanguard de Japón, y venía aquí para dar... una... disculpa... formal —murmuró a regañadientes. Las palabras apenas saliendo de su boca de lo apretada que estaba
Fiona sonrió. Sabía que ella accedería, sobre todo, después de todo lo que ocurrió unas horas antes:
Fiona llegó corriendo a la mansión inglesa. Viéndolo en retrospectiva, la selección inglesa era la única que tenía para sí una mansión. Favoritismos, quizás
—Oh, hola
Sirius Pounding era un chico bajito que siempre llevaba un casco de boxeador. A Fiona le resultaba realmente gracioso. Con él, dos jugadores más la veían raro
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I'LL STAND [IE] ✔️
RomanceAparentemente no se conocían, aparentemente eran completos desconocidos, aparentemente se odian, pero aparentemente ambos son almas gemelas "No me recuerdas, ¿verdad?" "No te había visto en mi vida y ahora quítate de mi vista" Todos los créditos res...