EXTRA: LA AMENAZA DEL OGRO

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Este extra narra toda la película de la Amenaza del Ogro. Será más largo, mucho, mucho más de lo que suele ser, espero que no os importe. Y, sobre todo, deseo que os guste un montón. Bien, pues que empiece lo bueno


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La historia ha cambiado mucho. A lo largo del tiempo, sucesos han cambiado el rumbo de las cosas y son esos giros del destino los que hacen que el pasado sea tan interesante. Pero, ¿qué ocurre si alguien quiere eliminar alguno de estos sucesos? 

Canon Evans no piensa permitir que el fútbol de su abuelo, ese maravilloso fútbol, desaparezca por culpa del Comandante Hillman, pero, para ello, necesita la ayuda de muchas personas y, entre ellas, están los viejos amigos de su bisabuelo

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Liocott, un día después de la final del Mundial

Olivia  disfrutaba por última vez de las playas paradisíacas de la isla de Liocott. Le gustaría volver un día, sin torneo de por medio y sin la presión de ganar. No. Un viaje de placer. Eso estaría muy bien

—¿Has hecho las maletas?

Otra vez con la dichosa preguntita

—Que sí, gafotas —respondió rodando los ojos, su novio podía llegar a ser muy pesado

Sonrió cuando lo sintió rodearla por detrás con sus brazos, sus brazos musculosos y fuertes, sus brazos morenos donde se le marcaban las venas. Vale. Por si alguien dudaba, a Olivia le encantaban los brazos de su novio

Jude enterró la cara en su pelo y ella agradeció habérselo lavado a conciencia con un champú que Nelly le había regalado unos días antes

—A Jude le encantará ya lo verás —le había dicho con un guiño

Olivia no quería usarlo para Jude, pero olía tan sumamente bien que lo utilizó para ella. Y ahora lo agradecía porque el chico no se separaba ni un centímetro de su pelo

—Paolo y los demás capitanes de los equipos del Mundial nos han invitado a...

—... a jugar al fútbol —completó rodando los ojos—. Sí, ya me lo ha repetido Mark como un millón de veces

Hacía tan solo unas horas que Paolo había llamado a Mark para informarle de esa especie de partido que iban a hacer y, desde ese momento, Mark era un culo inquieto, ansioso por llegar ya al partido

—Podremos ir, ¿verdad, Olivia?

—Haced lo que queráis

—TOMAA —había celebrado el capitán, echando a correr por todo el albergue para informar a sus amigos del inminente partido

Olivia volvió a la realidad cuando sintió un beso detrás de su oreja. Jude estaba muy cariñoso ese día. Así que solo se acurrucó más e inclinó la cabeza para que siguiera dejándole besos. Si su novio estaba mimoso, ¿quién era ella para detenerlo?

—¿Te quieres venir?

—¿Ver a un montón de chicos sudados y desprendiendo testosterona mientras corren detrás de un balón? No, gracias, ya he tenido suficiente durante varias semanas —aunque, pensándolo en retrospectiva, ver a su novio todo sudado era un gran incentivo, pero no. Ella ya había tenido mucha dosis de fútbol y de chicos locos por el fútbol por un tiempo—. 

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