Entrenamiento.

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1 Año Después.

Fang se encontraba meditando en la cima de una montaña cercana a su templo, rodeado por una leve aura plateada.

Luego de varios segundos más el aura desapareció y abrió los ojos, luego se puso de pié.

Juntó sus manos frente a su rostro y luego las llevó hasta su cintura en una posición familiar.

-Ka...... me.....- una pequeña esfera azul se formó en el centro de sus palmas -Ha...... ¡Me!-.

La esfera creció hasta cubrir totalmente el espacio entre sus manos.

Luego extendió ambas palmas al frente con fuerza.

-¡HA!-.

Una ráfaga de energía azul salió disparada desde sus manos hacia otra montaña cercana a gran velocidad, impactó a un costado de la misma y generó una gran explosión que dejó un cráter visible a simple vista.

La ráfaga de viento tardó un poco en llegar a su posición, moviendo su pelo y las partes salientes de su cinturón.

Una vez todo pasó, Fang sonrió y se elevó unos metros en el aire, antes de salir disparado hacia la dirección en donde estaba su templo.

Llegó en un tiempo considerablemente corto y descendió justo a la entrada.

En lugar de entrar, decidió sentarse en los dos escalones que daban a la entrada de su Templo.

Luego abrió la tienda.

-Mi "Poder" es de 505- dijo para sí mismo, luego se movió entre las listas y compró un objeto que valía 350.

-Obtenido: Pase al otro mundo.

Fang revisó que todo estuviera listo y tomó el objeto en sus manos, era similar a una piedra, pero era verde y parecía tener un cristal en su interior.

Apretó con fuerza y destruyó la piedra.

Al hacerlo, una energía verde salió de la misma y rodeó su cuerpo, luego desapareció sin dejar rastro.

Otro Mundo.

Fang apareció en aquél extraño lugar que era conocido como el más allá.

-¡¿Quién eres?!-.

Aquél grito casi lo hace saltar del susto.

Se giró lentamente para verlo, el gigantesco hombre barbudo de piel roja que era conocido como Enma-Sama.

-Mi nombre es Fang- usó toda su fuerza de voluntad para evitar tartamudear -He venido para recorrer el Camino de la Serpiente, quiero entrenar con Kaio-Sama-.

Enma-Sama alzó una ceja y lo observó de forma amenazadora.

-¿Cómo llegaste hasta aquí?-.

Era una buena pregunta.

Tuvo que pensar en una respuesta rápida.

-No importa cómo llegué, lo que importa es que no me voy a quedar, solo quiero ir al Camino de la Serpiente-.

Enma-Sama tuvo un breve duelo de miradas con el antes de ceder y volver a sentarse en su escritorio.

-Bien, pero espero que la próxima vez que te vea estés muerto-.

Sonaba como una amenaza, pero Fang en realidad no estaba seguro, ya que técnicamente solo podría conocerlo si estuviera muerto.

Reencarnación (Dragon Ball).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora