Luego de las grietas. [ Brahms Heelsire x tú ]

22. Una pelea, un apuñalamiento y un accidente.

ຯ❏͜ᰰ🕰۪

Dos personas. Una mansión. Gritos, ruidos fuertes.

Estaban en aquel lugar todavía.
Tú gritabas, ya no eras la misma, no podías aguantar más.
Tus ojos estaban llenos de lágrimas por el dolor.
¿ Por qué no huias ?, ¡ Tuviste muchas oportunidades para escapar de él !.
Pero....sabiendo que tus padres ya no estaban, que Juliet no sabes si todavía está o Alfred....
Alfred.... ¡ Alfred !.
Pensando en como le trataste cuando ya no querías una amistad...
Con tu mano la pusiste en tu pecho, estrujando tu camisa. Viendo con odio a Brahms.

- ¡ TE DETESTO, TE ODIO ! - Le decías pero parecía no inmutarse a tus comentarios - ¡ Muchas personas se fueron de mi vida !, ¡ Y es culpa tuya !, ¡ TUYA !.

Sabías bien que no toda la culpa era de él. También te echabas tú la culpa.
La miserable vida que habías tenido era tuya.
Y también en....enamorarte....

Mordiste tu labio inferior, queriendo retener tus llantos. ¿ Hasta que punto habías llegado ?.
Veías como Brahms soltaba a aquella muñeca, para acercarse a ti.
Viendo cómo te destruías ahí sola.
Él te amaba.
Claro que lo hacía, pero con Greta fue algo más fuerte. Pero, no eras ella.
Pero si te pudo retener.
Y aguantaste perfectamente.
Sin embargo, eso no quería decir que por haberle echo eso al muñeco te salvarías.
Con facilidad al ver que no estabas atenta te sujeto del cuello.
Tus llantos pararon cuando te sujeto.
Era un agarre fuerte.
Uno en el que no sentiste tus pies en el suelo, enganchada a la pared.
Te miraba de forma fría, calculadora y de un verdadero spicópata.
Ya no le tenías miedo, pero no podías morir de una forma abusurda.
Porque... ¿ Qué haría él con tu cuerpo al verlo matado ?.
Tus lágrimas salieron una vez más, mientras que sentías que tus pulmones ya no llegaba oxígeno.
Brahms te miró de forma indiferente.
Y te soltó, dejándote caer.

- ¿ Sabes ?, Greta fue una gran niñera pero pésima a la vez - confesó - Nunca le importe, y solo duro unos días y una noche en la cual, yo maté a su ex.

Con esa confesión, hacia que recordaras a quel salón con el espejo roto. En el cual, viste la verdadera habitación de tu "pareja ".

- Sin embargo... - siguió hablando - Tú te preocupaste por mí y por Brahmsy.
Hacías todo de la lista con las reglas y eso hacia que me sintiera feliz.
Por unos instantes sentía que alguien se fijaba en mí y me daba un cariño especial y que toda atención la tenía para mí solo. Pero... -se agachó para así tomar con su mano tu pelo y así hacer que lo mirases - Cometiste un grave error al entrar allí y describir cosas las cuales, JAMÁS debiste entrar. ¿ Sabes una cosa linda _____________ ? - acercó su cara de porcelana a tu oído - Deberías de saber: Que es lo ficticio de la realidad. Porque te enamoraste de mí.
¿ Acaso estabas tan desesperada ?, ¿ Por eso me amas ?, ¿ Por qué soy lo único que tienes ?.

Y era verdad lo que él decía. No tenías a nadie, ya no sabías nada de Juliet, ni de tu amiga ni de Alfred.
Ellos pudieron a verte impedido esta atrocidad que ahora mismo estás viviendo pero, con el miedo que sentías que podías tener al respecto del comportamiento impulsivo de Brahms, no sabías que hacer.
No decías nada, solo lo escuchabas como se burlaba de tí.
Al fin de cuentas, tú nunca lo podrías vencer. ¿O si ?.

Este seguia agarrando de tu pelo sin importar si tenías dolor o no.
Con su otra mano, se quitó su máscara de porcelana, y así descubriste cómo era.
Una gran cicatriz quemada parte de su cara, su ojo. Su barba que sobresalía, sus cejas pobladas, ojos de color un verde oscuro que podían arrebatarte el alma si quisiera.
Y su pelo llenos de mechones por doquier, bajando por su frente sudoroso y maloliente.
Te quedaste muda.
No sabías cómo reaccionar ante tal declaración física.

- Como te has portado tan bien conmigo... Quiero jugar a un juego. Y porque te mereces lo mejor. - Habló haciendo que lo mirases más - Jugaremos a las escondidas.

Te dejo caer una vez más.
Se levantó sin ayudarte.

- Yo contaré, y tú te esconderás, quiero ver qué tan estúpida eres. - Dijo con voz de niño haciendo que esta vez entraras en pánico -.

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Estabas corriendo hacia la planta de arriba, mientras que el hombre te seguía con pasos rápidos, que por unos instantes, te podía alcanzar.
Tus piernas no se dejaron vencer, tenías que escapar.
Y con ello tenías un cuchillo que lo guardaste para que él no pudiera verlo y así tener la ventaja de quitartelo.
Pues, estabas dedicida a hacer cualquier cosa para sobrevivir o para morir.
Habías llegado a una habitación, la cual era una que daba al frente de la calle y del pueblo.
Posiblemente, y con esperanzas estuviera por allí caminado Alfred.
Al ver que no tenías muchas escapatorias y oportunidades porque había una ventana cerrada, quisiste retirarte de allí pero la puerta fue bloqueada con Brahms.
Quién no tenía su máscara y su respiración estaba entrecortada.

- Te pille __________________. - Dijo con su voz varonil mientras que avanzaba, te sostuvo entre sus brazos queriendo hacer que te llevará de nuevo al salón -

Por unos momentos, sus brazos se tensaron al igual que su cuerpo, sus ojos abiertos de par en par.
Su labio inferior temblaba.
Tú mirada estaba perdida, tus manos temblaron.
Este se separó de tí al ver que es lo que habías echo.
Unas cuantas gotas estaban sobre el piso de madera, haciendo saber que eso era la sangre de Brahms.
Lo habías apuñalado, pero, ¿ Cómo es que seguía ahí de pie ?.
Viste que se sacó aquel artefacto de él tomando a su favor a aquel cuchillo.
Te miró con rabia, sin poder moverse pero, su grito hizo que hicieras lo siguiente.

- ¡ ____________________ ! - Gritó -

Y ahí fue cuando corriste hacia la ventana, la única ventana que había allí. Arriesgando tu vida.
Viste que allí se encontraba Alfred, caminando.
Al oír aquello y verte salir de allí rompiendo la ventana se quedó en shock.
¿ Qué mierda habías echo ?.

No dudo en ir hacia donde estabas, atravesó la verja para ir a donde estabas.
Malherida y con varias heridas y una en la cabeza.
Te llevo en brazos escuchando gritos desesperados de alguien allí en la mansión.
Y con rapidez llamando a la ambulancia gracias a su teléfono se fue contigo inconsciente al hospital.
Dejando tus cosas.

Solo viste borroso la imagen de la mansión y a Alfred quien estaba desesperado.
¿ Acaso había ido siempre por ahí para verte ?.
Sonreiste debilmente. Al parecer.... Alfred era un gran amigo...

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Por otro lado, Brahms, gritaba desesperado al ver que te habías lanzado. ¿ PERO QUÉ HABÍAS ECHO ?.
Con su mano en su abdomen, la sangre que salía, se apoyó en la pared cerca de ventana viendo cómo te ibas de su vida y de sus ojos.
¿ Qué habías echo .... ?
¿ Qué había echo él ?.
Sus ojos por unos momentos, se llenaron de lagrimas.
Tú....
Para no perder más sangre ni más tiempo, se fue hacia el baño debilmente, para intentar curarse.
Pero.... ¿ Quién dijo que esto podría terminar ?.

Al fin y al cabo..solo estaba empezando.