Capítulo 22: Que comience la diversión.

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—Tails, no lo hagas.— Imploró el cobalto.

—Lo siento Sonic... Tengo que hacerlo.

—Tails, por favor, yo te quiero mucho. ¡Piensa en todos los momentos que hemos vivido juntos! ¡Ten compasión por tu mejor amigo!

—Lo siento.— Tails dejó sobre el mazo una carta +4, sumando al combo en total doce cartas para el siguiente jugador, que era, Sonic —...Uno.

—¡Diantres!— El cobalto tiró sus cartas y se cruzó de brazos —Ya no quiero jugar.

Ya había oscurecido, y nuestro grupo de amigos se encontraban en sus respectivos pijamas, realizando actividades típicas de una buena pijamada.

—Propongo otro juego.— Habló Amy —Juguemos... Verdad o reto.

—Ah, no lo sé, es cliché y- es chiste, ¡hagámoslo!— El erizo corrió hasta la cocina y volvió con una botella de vidrio vacía.

Amy se la quitó y, mientras el vulpino guardaba las cartas en su maltratada caja, la posicionó sobre el suelo y la hizo girar.

Esta dió un par de vueltas hasta que paró. La boquilla quedó apuntando a Sonic.

—Muy bien, Sonic. ¿Verdad o reto?

—Reto.— Respondió el erizo, decidido y seguro de sí mismo.

—Te reto a que nos digas quién te gusta.

Todos observaron en dirección al cobalto y el ambiente se sintió terriblemente tenso.

La expresión de Sonic daría a entender que, en efecto, había alguien.

Una extraña sensación se instaló en el pecho de Tails... Sentía curiosidad y algo de miedo, pero no sabía porqué.

¿Quién sería aquel que había robado el corazón del azulado?

—...Mejor verdad.— Masculló el erizo.

—¿Quién te gusta?

—Ok, pido un cambio de juego.

—Oh, viejo, yo también quería tener mi turno.— Dijo Knuckles desanimado.

Toda la tensión en el ambiente desapareció y Tails dejó escapar un suspiro de sus labios.

No se había dado cuenta de que, por un momento, había dejado de respirar.

—Mmm... ¡Ya sé! Juguemos a las mímicas.— Sugirió Sonic.

—¡Oh! ¡Yo iré con Amy!— Sticks acercó a la mencionada con un brazo, pero en seguida la soltó e hizo un gesto tímido con sus dedos —Si tú quieres, claro.

—Sí.— Respondió ella sonriendo —Sí quiero.

—Yo y Knux seremos el otro equipo.— Habló Sonic rodeando a su mejor amigo con un brazo.

—¡Oh, oh! ¡Yo seré el jurado!— Exclamó Tails con entusiasmo.

—¡Prepárense para perder!— Exclamó la pelirosa con una sonrisa apuntando a su equipo rival.

—¡En tus sueños, Amy!— Respondió Sonic, con el mismo espíritu competitivo.

—Aquí van las reglas.— Tails buscó en su celular el cronómetro y lo configuró —Tienen cuarenta segundos para adivinar. Uno imita, el otro adivina, ustedes eligen quién hace qué. El equipo que adivine más, gana. Nada de hablar, solo movimientos. Muy bien... Sonic y Knuckles irán primero. Cuando estén listos, chicos.

—¡Oh, lo estamos!

—Muy bien... Empiecen... ¡Ahora!

Knuckles extendió los brazos y comenzó a hacer movimientos exagerados con ellos mientras corría en el lugar. Sonic lo miraba atentamente, tratando de deducir lo que su compañero quería dar a entender.

I Love You AnywayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora