—¡Tails!— Zooey entró en el salón muy preocupada en dirección hacia su amigo —Escuché lo que pasó, ¿te encuentras bien?
—Sí.— Respondió éste sin ánimos y sin cesar en su labor de dibujar líneas aleatorias en la hoja de su cuaderno.
Entonces, entró en el salón... ¿El profesor Eggman?
—Bueno, uh, buenas tardes estudiantes.— Saludó el hombre de bigote —La maestra Vanilla se ausentará por hoy, así que yo estaré a cargo de ustedes. No me dieron instrucciones, así que tienen este tiempo libre.— Dijo con desinterés y sentándose en su escritorio.
El salón quedó en silencio unos instantes, para luego convertirse en un completo caos.
—¿Estás seguro de que estás bien?— La vulpino volvió a preguntar, sentándose junto a su amigo.
—Estoy bien, Zooey.— Reiteró Tails, haciendo contacto visual con la zorro por fin —Es Sonic quien me preocupa.
—¿Dónde está él?
—Con el director. Me siento mal por él, no tiene la culpa de nada... Yo sí.
—No digas eso, no es cierto.
Él solo se quedó callado. Era obvio que ella no conocía la historia completa, solo los rumores que algunos estudiantes se habían encargado de difundir, pero no podía culparla por eso.
—Buenas tardes, estoy buscando a Miles Prower.
El susodicho levantó sus orejas en el momento en el que escuchó su nombre.
Un inspector estaba en la puerta. Todo el salón guardó silencio, vaya que les gustaba el chisme.
—¿Miles?— Eggman reiteró el llamado algo extrañado. El zorro era uno de sus mejores estudiantes, nunca lo imaginó metido en problemas.
—Eh... Aquí estoy.— El vulpino se levantó de su asiento.
—Sígame.— Ordenó el inspector saliendo del salón.
Tails obedeció, por lo que se fue no sin antes dirigirle una mirada angustiada a Zooey.
Caminaron por toda la escuela hasta llegar a la oficina del director.
—Hola, Miles.— Saludó el roedor —Siéntate.
—Permiso...— El zorro entró tímidamente en el salón y se sentó en la silla delante del escritorio, quedando frente al director.
—Creo que estás al tanto de lo que pasó en el receso entre Sonic The Hedgehog y Jacob The Bird.
—Así es.
—Según los testimonios de ambos, tú también estás involucrado, ¿o me equivoco?
—Lo estoy.
—Muy bien.— El director comenzó a anotar en una libreta —Cuéntame, Miles, ¿cuál es tu relación con ambos?
—...Jacob me ha molestado en varias ocasiones desde que llegué a esta escuela.— Comenzó a contar mientras jugaba con sus dedos y evitaba la mirada del superior —Sonic es mi mejor amigo. Se suponía que la pelea de hoy era conmigo, no contra Sonic, pero él intervino y...
—Pasó lo que pasó, ¿correcto?— Completó.
—Correcto.
—Bien. ¿Podrías detallar más sobre cómo comenzó la pelea?
—Sonic y yo estábamos caminando por el pasillo y nos encontramos a Jacob.— Explicó —Tratamos de pasar por el lado porque no queríamos problemas, pero Jacob tiró una de mis colas y caí al suelo. Iba a hacer algo más, pero Sonic lo amenazó y comenzaron a golpearse entre ellos... Intenté detenerlos, pero... Alguien me detuvo.
—¿Quién?
—...No lo sé.— Mintió, desviando la mirada y comenzando a mover sus pies de adelante hacia atrás ya que estos no tocaban el suelo.
No deseaba involucrar a Knuckles en esto también.
—¿Recuerdas cómo se veía?
—No.
—Bien.— El director continuó anotando en su libreta.
—Disculpe, señor director, puedo preguntar... ¿Qué pasó con Sonic?
—Él y Jacob fueron suspendidos por tres días.— Informó. El rostro de Tails palideció ante la nueva información —Ahora mismo deben estar retirándose del establecimiento. Gracias por tu tiempo, Miles. Puedes volver a tu clase.
—Sí, de nada.— Fue todo lo que dijo antes de salir de la oficina.
Y, debido a que la oficina se encontraba cerca de la salida, divisó a Sonic junto a un inspector aproximándose.
—¡Sonic, espera!— Exclamó, corriendo en su dirección.
—¿Tails?
—¡No te vayas!— Exclamó, abrazándolo con fuerza —¡No pueden suspenderte, no es justo! ¡No! No pueden... Suspéndanme a mí, pero no te vayas... Yo-
—Tails, escúchame.— Sonic correspondió al abrazo. Podía sentir como el pequeño cuerpo del contrario temblaba —Solo serán tres días, ¿de acuerdo? Todo va a estar bien. Nos vemos el viernes.
El erizo soltó su agarre y Tails lo vio retirarse prácticamente en cámara lenta de la institución.
Alrededor de él, un gran grupo de personas comenzó a formarse, y el zorro podía escuchar todo lo que decían.
—¡Cállense!— Gritó de pronto con coraje, enfrentando a la multitud —¡Ustedes no tienen nada que ver aquí!
Luego de eso, el ámbar abandonó la escena yendo a esconderse en un pasillo. El mismo pasillo donde lloró en su primer día de clases, el mismo pasillo donde conoció a Sonic.
Se quedó allí un largo rato, pero entonces, alguien llegó.
Por un momento, tuvo ese recuerdo de Sonic, observándolo desde detrás de un pilar.
Por un momento, deseó que fuera él.
Pero eso no iba a pasar.
—¿Qué estás haciendo aquí?— Preguntó en voz baja.
—Sonic me pidió que te diera esto.— Knuckles le entregó a Tails la bolsa con mentitas que el erizo le había entregado antes de la pelea —También me pidió que estuviera contigo estos tres días.
El vulpino recibió la bolsita. Los dulces estaban algo maltratados, algunos hasta hechos polvo por completo.
Y eso lo puso aún más triste.
—Vamos, anímate... ¡Oh, ya sé!— Exclamó, comenzando a buscar algo en su mochila —Siempre tengo uno de estos por si acaso.
De pronto, el zorrito sintió algo siendo acomodado sobre su cabeza. El equidna le había puesto un gorro de cumpleaños.
—¿Uh...?— Pronunció, confundido.
—Mucho mejor.
Tails deja escapar una pequeña risa junto a un par de lágrimas que rápidamente limpió. Sin duda tenía buenos amigos con los qué contar en esta difícil situación.
Serían unos tres largos días.
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I Love You Anyway
FanficMiles "Tails" Prower es la nueva chica de la escuela de Mobius, siendo al instante un blanco fácil de burlas a causa de su cola extra, pero todo cambiará cuando conozca al capitán del equipo de fútbol y el chico más popular, Sonic The Hedgehog... Uh...