Lunes.
—Maldita sea, Sonic.— Se regañaba el erizo a sí mismo —¿Por qué nunca ves las noticias?
El cobalto se encontraba sentado en los escalones que estaban justo en la entrada de la escuela, viendo como todos se retiraban a sus hogares y él se quedaba ahí sentado como un idiota.
Estaba lloviendo bastante fuerte, y él no veía las noticias, ¡nunca se enteraba de nada! Eso incluía el pronóstico del clima.
Normalmente Knuckles estaría esperándolo con un paraguas para ambos, pero el muy cabeza hueca se había ido sin él.
Ahora estaba ahí, sin saber qué hacer y reconsiderando la idea de correr hasta llegar a su casa.
—¿Sonic?
—¿Uh?— El oji-esmeralda volteó y sus labios se curvaron en una sonrisa al reconocer la silueta de su amiga caminando hacia él —¡Hey, Tails! Me da gusto verte.
—¿Por qué sigues aquí?
—Yo... No traje paraguas.— Admitió, avergonzado.
El vulpino rió negando con la cabeza.
—Pues... Mi paraguas es lo suficientemente grande para ambos. ¿Te acompaño hasta tu casa?
—¡Chica, eres un ángel!— El cobalto se levantó rápidamente y se posicionó a su lado.
Eso era un sí.
El rostro de Tails enrojeció por completo. No supo si fue porque la llamó ángel o por la cercanía que compartiría con el erizo el resto de su trayectoria.
—¿Vives muy lejos?
—Bueno...
Caminaron juntos dieciséis cuadras. ¿Podría eso considerarse “vivir muy lejos”?
—¿Aquí vives?— Preguntó el vulpino observando el gran edificio de veinte pisos frente a él.
—Sip, aquí es.— Respondió Sonic, corriendo hasta llegar debajo del pequeño techo que cubría la entrada —Muchas gracias por esto, Tails. De verdad.
—No es nada.— Le sonrió —Bueno, si me disculpas...
El zorrito ya comenzaba a darse la vuelta con intenciones de marcharse.
—Tails, espera.— Pero fue interrumpido por el azulado —No puedo dejar que te vayas sola con esta lluvia, es peligroso... ¿No quieres quedarte? Al menos hasta que se calme un poco.
El vulpino miró hacia el cielo e hizo una mueca. Sonic tenía razón, el clima se había puesto aún más feo de lo que estaba antes, el recorrido hasta su casa era largo y definitivamente no tenía dinero para pagar un taxi.
Suspiró y dirigió su vista hacia el cobalto nuevamente, a quien se le notaba preocupado. Es como si estuviese rogándole con la mirada para que se quedara.
—Está bien.— Respondió finalmente acercándose hasta Sonic.
—Después de ti.— Ofreció cortésmente el erizo, abriendo la puerta que permitía la entrada al edificio.
Tails murmuró un “gracias” y entró. El cobalto saludó a la recepcionista y guió a Prower hasta el ascensor.
El recorrido hasta el sexto piso fue en completo silencio. Al llegar, caminaron por un largo pasillo y Sonic se detuvo frente a la puerta 603. Sacó un par de llaves de su bolsillo y comenzó a pelearse con las mil y un cerraduras que tenía la puerta.
La atención de Tails, por otro lado, se dirigió hasta las llaves de Sonic, o más bien, los dos llaveros que acompañaban a la llave.
Una pelota de fútbol y un arcoíris... Una combinación bastante curiosa y tierna a ojos del menor.
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I Love You Anyway
FanficMiles "Tails" Prower es la nueva chica de la escuela de Mobius, siendo al instante un blanco fácil de burlas a causa de su cola extra, pero todo cambiará cuando conozca al capitán del equipo de fútbol y el chico más popular, Sonic The Hedgehog... Uh...