I Love You Anyway

Capítulo 15: Descubriendo sentimientos.

Viernes. Día en que el horario del club de textilería al que Amy asistía coincidía con el club de fútbol, siendo esta la razón por la cual Tails se encontraba sentado solo en las gradas observando a Sonic, Knuckles y Shadow practicar mientras él comía lo que había dejado del almuerzo que su madre le preparó.

¿Y Sticks? Era simple; si Amy no estaba presente, entonces ella tampoco. Tails no se enojaba por eso, era una cuestión de afinidad. En cuanto a Zooey, había sido invitada, pero ella misma había dicho que no podría ya que asistía al club de lectura.

—¡Tails!— Llamó Sonic de pronto, acercándose velozmente hasta él —Te ves algo aburrida, ¿no quieres unírtenos en un partido?

El vulpino quedó algo anonadado ante la pregunta. ¿Él? ¿Jugando fútbol?

—Gracias por la invitación, pero yo... no sé jugar.

Y no era una mentira; podía ser un chico, pero a Tails nunca le llamaron la atención los deportes. Él disfrutaba de otras cosas, como reparar objetos averiados, o inventarlos por su cuenta, ya fuese desde cero o reciclando otros objetos viejos... Una de las tantas razones por las que fue molestado en el pasado.

—¡Podemos enseñarte! Ven.

El erizo le extendió una mano y el zorro no tuvo de otra más que aceptar. No quería ser grosero, además, nunca hace daño aprender algo nuevo.

Ambos se encaminaron hasta el centro de la cancha. Los demás se habían retirado a las gradas, no sin antes pasar por al lado de Sonic y golpearlo con el codo de forma amistosa mientras le sonreían con complicidad.

El vulpino alcanzó a escucharlos decir "Buena suerte, campeón", "Ya la tienes" entre otras cosas que no entendió, pero no le tomó demasiada importancia tampoco.

—Bien, primero te enseñaré lo básico.— Una vez que solo eran ellos dos en la cancha, el cobalto tomó el balón que Knuckles, quien se encontraba frente a la portería, le arrojó —Como sabes, hay dos equipos, y el objetivo es que la pelota entre en el arco del rival. Cada anotación es un gol, y el equipo que haga más goles en un cierto lapso de tiempo, gana.

—Okey...

—Debes usar los pies, nunca las manos, el único que puede usarlas es el portero... Aunque la cabeza también está permitida.— El cobalto colocó la pelota sobre el suelo y retrocedió algunos pasos —¡Justo así!

Sonic pateó la pelota hacia el arco donde se encontraba Knuckles, quien evitó que entrara sin problemas.

—Guau.

—En este caso, no fue gol porque no logró entrar.— El equidna le arrojó la pelota nuevamente y Sonic la volvió a colocar sobre el suelo —Ven, inténtalo.

—Ah...— Tails se acercó temeroso hasta la pelota, y sus nervios aumentaron cuando Sonic colocó una mano sobre su hombro y se apegó a él. Sus rostros quedaron peligrosamente cerca.

—Recuerda, el objetivo es que entre en el arco.

—Okey... Yo puedo.— El vulpino tomó aire al levantar un pie, listo para patear la pelota.

Sin embargo, cometió el error de desviar su mirada hasta las gradas. Todos los compañeros de Sonic lo estaban viendo.

Los nervios impidieron el uso de toda su fuerza, por lo que la pelota solo rodó hasta llegar donde Knuckles y el equidna no tuvo que hacer esfuerzo alguno para impedir que entrara en el arco, solo se agachó.

El doble cola se desanimó al oír un par de risas.

—Tranquila, fue un buen intento.— Sonic pareció darse cuenta de esto, por lo que le dió palmadas en su espalda —Inténtalo con más fuerza, toma impulso si es necesario.