Capítulo 20: Tiempo íntimo.

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Debido a que las clases habían sido canceladas producto de la temporada de tormentas, ese miércoles Tails estaba en su casa, encerrado en su habitación.

Acababa de almorzar y no pensaba salir de ahí hasta la hora de la cena, así que se mantendría ocupado leyendo algunos libros.

Ya había escogido uno de su estantería y se había acostado en la cama, cuando de pronto, su teléfono comenzó a sonar.

Tails atendió la llamada sin ver el nombre ni el número del contacto que la realizaba.

—¿Hola?

—Hola, Tails.

—¿Sonic?— Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al reconocer su voz.

—El único e inigualable.— Respondió el cobalto riendo ligeramente —Llamé porque pensé que estarías asustada con los truenos... Quería recordarte que no tienes nada que temer, yo estaré aquí si eso no te molesta.

—Sonic... En verdad te lo agradezco.— Y como si lo hubieran invocado, un trueno hizo acto de presencia y Sonic alcanzó a escuchar un “¡Ah!” y el suspiro tembloroso de Tails.

Tranquila, no pasa nada.— Dijo suavemente, intentando no alterarla de forma innecesaria.

—Estoy... Estoy bien. ¿Cómo estás, Sonic?

Algo aburrido. Odio los días lluviosos. No puedo jugar al fútbol, y me impiden verte a ti. ¿Tú qué tal?

—Pues... Las cosas no son tan diferentes por aquí, es muy aburrido estar encerrado y... como seguro ya notaste, soy sensible a los ruidos fuertes... Estas temporadas son lo peor para mí.— Otro trueno —Mgh...

No está mal tener miedo. Creo que nunca te lo dije, pero yo también le temo a algo.

—¿De verdad?

Sí, el agua me aterra.— Sonic pudo oír una pequeña risa del otro lado de la línea —Oye, no te burles, lo digo en serio.— Dijo pretendiendo estar ofendido, pero estaba riendo también.

—No me burlo, es solo que no me lo esperaba.

—Bueno... ¿Qué estás haciendo ahora?

—Nada en especial, estaba por empezar un libro antes de que llamaras.— Respondió. Estaba por preguntarle al erizo por lo que estaba haciendo él, pero escuchó algo a través del teléfono que llamó su atención —¿Qué estás comiendo?

—Galletas.

—¿Aún te quedan de esas?

—Así es.— Respondió, masticando otro trozo —¿Y qué leías?

—Es un libro sobre mecánica.

Hubo silencio del otro lado de la línea y entonces Tails cubrió su boca, dándose cuenta del error que acababa de cometer.

No se supone que a una chica le guste la mecánica.

Pudo haber mentido sobre lo que trataba el libro, pero se sintió en tanta confianza que simplemente se le escapó.

—¿Te gusta la mecánica?

—S-Sé que es raro, yo...

Cuéntame más.

—¿Qué?

—Háblame de mecánica.

—Hablas... ¿Hablas en serio? No quiero aburrirte...

—Jamás me aburriría de ti.

—Bueno... La mecánica me gusta desde pequeña.— Una sonrisa se dibujó en el rostro de Tails —Siempre me ha gustado reparar cosas... O fabricarlas por mí misma.

I Love You AnywayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora