Capítulo 3

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Era ya tarde y Mina estaba por abandonar la consulta cuando llamaron a su puerta.

—Adelante —ordenó en sincronía que guardaba unos últimos documentos en su portafolio.

—¿Trabajando hasta tarde el primer día?

—Tenía varios informes atrasados, ¿cómo va todo Momo?

—Bien. Bueno, los problemas de siempre, pero en algo vamos mejorando.

—¿Sabes qué?, realmente no envidio para nada tu trabajo de dirigir una cárcel, ¡es tremenda tarea!

—Es complicado, no te lo voy a negar, pero tiene sus satisfacciones, ¿y sabes qué Mina? creo que los cambios que hemos tratado de introducir en el último año están dando por fin algunos frutos, y tú tienes mucho que ver con ello.

—¿Yo?, no exageres.

—Sí, no exagero. He visto un gran avance en todos los casos que has tratado. Tus pacientes se han vuelto muy cooperadoras y varias hasta decidieron estudiar, y ese es mérito tuyo.

—No, Momo, es mérito de ellas, yo solo las ayudo a entender ciertas cosas.

—En fin, míralo como quieras, pero igual tengo que felicitarte por el magnífico trabajo que haces aquí.

—Gracias —sonrió enseñando una pequeña porción de sus encías, algo tan característico de ella que solo sus más cercanos sabían.

—Bueno, me voy también a casa ¿Sales ya?

—Sí, espero encontrar a mi niña despierta.

—Este trabajo es interesante, pero esclavizante, ¿verdad?

Ambas mujeres salieron y siguieron conversando mientras se dirigían ambas al aparcamiento.

—A propósito —habló —, tengo una nueva paciente, Son Chaeyoung.

—Sí, ¿qué tal con ella?

—Y muy buena impresión no le causé, no hubo forma de sacarle información alguna.

—Sí, desde que llegó se ha mostrado bastante reservada.

—En su expediente dice tráfico de drogas, ¿verdad?

—Sí, se le encontró varios paquetes de cocaína escondidos en su equipaje. Según su expediente, alegó inocencia. Dijo en su testimonio que ella no sabía de la existencia de esa droga. Hasta donde sé, viajaba a Ámsterdam con su pareja, una mujer que al parecer desapareció al llegar a esa ciudad.

—Ya veo —ladeó la cabeza en confusión mientras que analizaba sus pensamientos —. En el expediente pone artista, ¿tienes una idea que tipo de arte?

—Se dedicaba a la pintura, graduada del Instituto de Bellas Artes con honores.

—¿Y no ha solicitado material para pintura? —preguntó sorprendida por aquella habilidad que hasta el momento, era desconocida para Mina.

—No, se lo ofrecí cuando la entrevisté, le dejé en claro que apoyábamos toda clase de arte aquí, pero me dijo que no estaba interesada.

—Bueno, gracias por la información, Momo —daba por finalizada la conversación una vez que estaba ya a la par de su carro.

—De nada, ojalá puedas hacer algo con esa chica, parece una mujer inteligente.

—Veremos.

Chaeyoung regresaba luego de la comida, estaba exhausta, y al entrar vio a su compañera de celda pegando unas fotos en la pared.

—¿Quiénes son, Dahyun? —preguntó dejando su plato y taza en la repisa mientras observaba a detalle y estudio las fotografías.

—Mis hijos y mi pareja.

"Caminos invertidos" MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora