Capítulo 2

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Volviendo al pasado, más específicamente, un año atrás, Chaeyoung llevaba varios días en su amplio piso dándole los últimos toques a su nueva pintura. Ella ya sabía que durante el proceso de creación, el aislamiento era la única forma de lograr la conexión total consigo misma y plasmar en el lienzo aquello que realmente deseaba.

Desde que terminó la escuela de arte, el trabajo había ido y venido y sentía que se encaminaba por fin a definir su estilo propio. Algunas galerías ya mostraban interés por su arte y en pocos días exhibiría dos de sus nuevos trabajos, así que se encontraba plenamente centrada en desempeñar lo mejor que podía sus habilidades, pero en aquel exacto momento, el timbre de la puerta la sacó de su mente.

—¿Quién es?

—¿¡Quien más!?, tu adorado tormento —respondió voz familiar.

La mujer fue a adentrar a su invitado.

—Bam, debí suponer que eras tú.

Este ingresó con unas bolsas en las manos y dándole un beso en la mejilla a su amiga

—Supuse que hace días no tienes una comida decente, así que tendrás el placer de degustar de mis artes culinarios una vez más.

—Ajá.

El chico se acercó al cuadro y lo observó sorprendido, no de la manera en lo que lo haría una persona que ve el arte de la chica por primera vez, ya que él estaba acostumbrado a sus dones artísticos. Aún así, le sorprendía lo mucho que podía desempeñar sus habilidades cada día más.

—¡Guau! Esta pintura está genial, y eso que a mí la pintura surrealista no me gusta mucho, pero esta no sé... como que me trasmite muchas sensaciones.

—Esa es la idea, ¿no?

—¿Por qué no vas y te das una ducha mientras yo preparo la comida y más tarde...?

—¿Más tarde qué?

—Nos vamos de marcha, que si no sales pronto te oxidarás, angelito.

—Bam, no sé si me apetece ir a uno de esos antros tuyos.

—No pienso llevarte a uno de esos antros míos, como tú les llamas. Hoy nos vamos a un bar nuevo y tranquilo, y quien sabe, tal vez encuentres algún espécimen femenino interesante.

—Ajá, bueno. Y sé que negarme contigo es imposible, ¿verdad?

Él jóven se aproximó a Chaeyoung y la agarró por los hombros, siendo aún más notoria la enorme diferencia de estatura que había entre ellos.

—Mira, petisa, no te puedes pasar la vida en solitario. Además, de solo pensar en el tiempo que no te echas un buen polvo me da alergia.

La chica rió.

—Sabes que las relaciones no son mi fuerte. Además, yo estoy bien así, y tú sabes que cuando trabajo prefiero la soledad. Tener a alguien al lado me desconcentra.

—Eso es porque de repente aún no encontraste a la persona indicada.

—Bueno, y ya sé que discutir contigo es imposible —repitió —, así que me voy a duchar.

Horas después, en un bar de la ciudad, BamBam y Chaeyoung con sus respectivas bebidas caminaban entre grupos de gente tratando de hallar un lugar libre. Cuando finalmente lo hicieron, ambos miraban divertidos a algunas parejas bailar en una pequeña pista de baile acondicionada en el medio del lugar. Al cabo de una hora, BamBam bailaba sin parar en la pista con un jóven mientras que la jóven pintora comenzó a aburrirse parada al lado de la barra esperando su próxima bebida.

"Caminos invertidos" MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora