Resistencia a la tempestad.

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Veían el camino con calma mientras cabalgaban en sus corceles, con la dirección que les había dado Matsumoto, trataban de localizar algo anormal o pista de un altercado o accidente.

-Parece que no hay nada por aquí- comentó seriamente un joven de cabellos plateados y ojos azul claro- Tenemos que adelantarnos más, hasta llegar al destino- Se dirigió a sus 2 compañeros que lo acompañaban en ese recorrido-

- ¡demonios! ¿Por qué tenemos que terminar enredados en los caprichos de tu novia? -Se lamento un joven de cabellos negros y largos- Odio terminar haciendo cosas inútiles como estas.-Concluyó-

- ¡Ya cállate Nnoitra! Ni que hubiera algo mejor que hacer- Contestó un poco molesta una rubia con piel morena- Además Gin no nos pediría venir por nada, ¿o sí?- Pregunto mientras volteaba a ver con algo de sospecha a su comandante Gin.-

-Claro que no Halibel.- dijo Gin mirando seriamente a la rubia.-

Siguieron buscando por el camino, hasta que vieron algo sospechoso... Una carrosa a un costado, dada vuelta y casi destruida, el techo de la carroza ya no estaba y el conductor yacía muerto en el suelo con un arma de fuego en las manos.

-Pero que...-Halibel ni siquiera pudo terminar la frase al ver horrorizada la escena-

-Parece que ni siquiera le dieron oportunidad de defenderse...- dijo Nnoitra con una expresión concentrada, tratando de descifrar lo que había ocurrido exactamente.-

Mientras Gin inspeccionaba el resto de la carroza...

-Adentro...- Pensó Gin mientras veía por el techo destrozado de la carroza restos de sangre y dos cuerpos inertes en el interior- No puede ser... Esto es... -Mientras veía preocupado la escena, pensaba "¿Qué haré?... ¿Cómo podre darle esta horrible noticia a Matsumoto y a la joven Orihime?"-

-Comandante... ¿Acaso son estas las personas de las que debíamos cerciorarnos de su bienestar?- Halibel preguntó a Gin intentando ser cautelosa.-

- Oh! Parece que sí- contestó Nnoitra mientras se llevaba una mano a la cabeza- Esto es una tragedia totalmente inconveniente, no he revisado las pertenencias y no sé si llevaban equipaje o provisiones pero lo más seguro es que fueron asaltados de sorpresa, no les dieron tiempo de reaccionar o suplicar por sus vidas, parece que todo ocurrió muy rápido y por el estado y olor de los cadáveres, creo que han estado aquí por un día o dos...- Explicó Nnoitra.-

-Asaltantes de camino... pero no entiendo, fácilmente pudieron robar todo y huir sin necesidad de matarlos... Esto fue simplemente despreciable.- Halibel habló frustrada y enojada por lo ocurrido-

-No sé cómo les diré esto a Matsumoto y a la señorita Orihime- Gin concluyó con mucha tristeza.-

En casa de Orihime

-¡Mira, mira este lindo vestido Orihime! ¿No te parece hermoso? Creo que te quedará perfecto.- dijo la rubia tratando de distraer a Orihime.-

- Si Matsumoto, está muy bonito- la joven contestó distraída mientras miraba un punto en la habitación, no veía nada en especial, pero su mente seguía divagando sin darle mucha atención a lo que su institutriz le decía.-

-¡Agh! Pero qué problema...- agregó Matsumoto algo molesta y a la vez preocupada, era muy aburrido estar solo con Orihime cuando ella estaba en sus momentos de depresión, quería hacer algo para hacerla sentir mejor, había aprovechado el momento de interés de Orihime por la fiesta real pero ahora era más que obvio que ya no tenía mucho efecto, se habían agotado las distracciones y Matsumoto ahora solo pensaba en cómo le estaba yendo a Gin en la búsqueda.- ¿Ya los habrá encontrado? ¡Humph! Seguro que sí, ya deben venir en camino y todo volverá a la normalidad y estará bien. Ummm pero si es así, ¿porque hasta yo me estoy preocupando por ellos...? ¡Es Orihime! Claro, ella me está contagiando su paranoia.-Pensó Matsumoto mientras veía pensativa hacía la ventana, ahora eran dos chicas pensativas en la habitación, ambas preocupadas y aburridas.-

De camino al reino, Nnoitra había ido rápidamente en su corcel a buscar ayuda al reino, necesitaban una carreta para llevar los cuerpos y también a alguien más experimentado para analizar la situación. Y así fue, llegó Nnoitra con 2 carretas y 3 personas más...

-Vaya escena- Dijo un joven de cabellos oscuros y azulados mientras se colocaba sus lentes- ¿Saben quienes son las víctimas?- preguntó tratando de ignorar el mal olor que empezaba a intensificarse.-

-Sí Ishida- Le contestó Gin- Ya los identificamos, al menos a 2 de ellos, al conductor todavía no lo identificamos.- prosiguió, aún pensando en lo que le aguardaba en el pueblo.-

-Bien, nosotros nos encargaremos de transportar los cuerpos hasta el reino nuevamente, alguien notifíquele de su muerte a sus familiares e investiguen la identidad del conductor.- Concluyó Ishida mientras los refuerzos colocaban los cuerpos en las carretas y los tapaban con una manta larga y blanca, para luego subir a sus corceles y encaminarse al reino.-

- Yo lo haré. -Dijo Gin con determinación y tristeza - se montó rápidamente y salió de la escena al encuentro de Matsumoto y Orihime.

En el palacio real, todo estaba calmado, Nelliel y Ulquiorra jugaban una partida de ajedrez en el salón principal, el rey y la reina observaban a sus hijastros con mucha atención y Grimmjow jugaba aburrido con una bola de cristal pequeña...

-¡Jaque Mate! -Exclamó triunfante la peliverde -Yo gané jejeje- dijo mientras reía.-

-¿Qué dices, tonta? -Respondió Ulquiorra mientras veía con la mirada entrecerrada y seria a Nelliel -Eso no es jaque mate, moviste a un peón y lo pusiste a lado de mi caballo, si algo lograste es que yo te quite tu pieza, boba -Ulquiorra explicó un poco molesto a su hermanastra, que aparentemente no entendía nada del ajedrez porque ya era como la quinta vez que gritaba jaque mate sin ser eso. -Eres torpe.- concluyó Ulquiorra-

De repente un soldado llegó, hizo una reverencia a la familia real y les notificó el hallazgo de los cuerpos a kilómetros del reino.

-Se identificaron dos de los cuerpos y eran pobladores del reino, aparentemente en un pequeño viaje de pocos días y fueron asaltados y asesinados mi Lord.- Explicó el soldado al rey.-

-Pero que triste ¿Y no encontraron a los bandidos que cometieron semejante crimen? - Preguntó muy entristecida y preocupada la reina.-

-No, mi señora, no se sabe el paradero de los criminales, uno de nuestros oficiales ya fue a notificarle a la hija de los fallecidos y a sus amigos de su muerte, los cuerpos ya han sido trasladados al pueblo.- dijo firme el soldado.-

Mientras Ulquiorra, Nelliel y Grimmjow escuchaban la horrible noticia, Nelliel se entristeció rápidamente, no podía evitar no hacerlo ya que recordaba a sus padres fallecidos y sentía compasión por otra huérfana más en el reino...

-Ladrones, lo único que quieren son las joyas y lo material de valor que puedan encontrar, pero no solo les basto con robarlos sino que también debían matarlos, arrebatarles sus vidas así por así... huh? -Dijo Grimmjow ofendido ante ese acto de cobardía.-

-Son unos malditos, cobardes... malvados- Agregó Nelliel entristecida mientras colocaba ambas manos en su pecho y bajaba la cabeza.-

-Una huérfana más... -Dijo Ulquiorra con una mirada indiferente y fría -Que pena.- Agregó cerrando sus ojos y bajando la cabeza.-

Nelliel lo miró triste, eso había pensado ella, huérfana, esa palabra le traía muy malos recuerdos

-Me pregunto... ¿cómo estará esa niña...?- Nelliel se cuestionó pensativa.-


Continuará...



Lazos Encontrados Entre Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora