Lazos Encontrados Entre Luz y Oscuridad

El Cielo y Las Estrellas Fueron Testigos

La noche era fría, la luna se reflejaba en la mirada de Orihime, quien estaba sentada en una banca cerca del camino... Veía a lo lejos luces del pueblo, las casas dispersas alrededor… la hacían sentir mucha nostalgia… Viendo al cielo nuevamente tratando de contar estrellas para distraerse y no romper en llanto. Se escucharon pasos acercándose con cautela, ella sabía de quién se trataba…

-¿Me permitiría sentarme a su lado, por favor? –

-… - Las palabras melodiosas con un tono de tristeza y soledad cantaron en sus oídos… algo que no pudo resistir, sin verlo, se apartó lentamente para darle lugar al joven príncipe. –

-Le pido desde lo más profundo de mi corazón perdón por mis rudas e hirientes palabras. -Susurro el joven tratando de encontrar la mirada de su amada. –

-… No se disculpe por lo que piensa en verdad de mí. – Aún con su mirada apartada y una expresión seria en su rostro Orihime se negaba a caer del todo en los brazos de Ulquiorra nuevamente. –

-Yo sé que usted no piensa eso de mi en verdad, me atrevo a asegurar que sabe quién soy yo en verdad y mis sentimientos… Aunque claro tiene razón de estar molesta, mis palabras no tienen excusa, soy culpable de pensar cosas horribles en ese momento… Sé que esos pensamientos no reflejan ni por cerca la verdad. – Lentamente pero sin pausa alguna Ulquiorra tomó en sus manos las manos de Orihime, inclinándose hacia ella. – ¿Pero que me ha hecho? –

- ¿Disculpe? – La joven miró al príncipe en confusión. –

-Estoy perdido. – La mirada del joven estaba llena de tristeza y ternura a la vez, casi suplicante. –

-… - Sin palabras, solo lo observaba llena de amor. –

-Orihime… yo no sé que decir. – Acarició tiernamente la mejilla de la joven. –

-Entonces no diga nada. – Orihime le sonrió dulcemente mientras se acercaba a él poco a poco. –

-Estoy enamorado. – Ulquiorra le devolvió la sonrisa acercándose a sus labios. –

-… -

-… -

En medio de la noche, bajo la luna y las estrellas de testigos, sus labios se juntaron en un tierno y apasionado beso, sellando así su amor.