Sapnap pegó un brinco con miedo cuando la puerta fue abierta abruptamente.
—¿¡Que te pasa!?
—"Cuatro sospechosas. En los archiveros"
George se acercó rápidamente al contrario, sacudiéndolo por los hombros para que le prestara atención, pero Sapnap parecía ido.
Pensativo.
—"¿Sapnap?"
El chico sacudió su cabeza, intentando recomponerse. Su cuerpo y su mente estaban cansados.
—Lo siento, estoy exhausto.
—"¿Quieres dormir?"
—¿Y qué me asesinen mientras duermo?
—"Buen punto"
Sapnap talló sus ojos, dándole una sonrisa burlona.
—¿Averiguaste algo?
—"Si, es una mujer"
—Pareces muy seguro.
—"Lo estoy. El día en que Karl murió, todos estaban en junta"
—Ponk no estaba ahí.
—"Ponk hacía rondas. Era el único autorizado para estar por los pasillos"
—¿Que hay de la madre de Karl?
—"Hablaba con el director. La junta inició sin él"
—¿Entonces?
—"Había tres enfermeras demasiado cerca del lugar. Serán fáciles de encontrar"
—¿Por que?
—"Porque solo existen cuatro"
George le sonrió también. Estaban cada vez más cerca.
—"¿Me acompañas a los archiveros?"
—No te voy a dejar solo de nuevo.
Se levantó de la cama, estirándose un poco para que su cuerpo reaccionara.
Ni siquiera se dio cuenta cuando el contrario comenzó a abrazarlo con calidez.
—¿George...?
No respondió, simplemente reforzó su agarre.
—Está bien, George... tranquilo.
Sapnap le correspondió el abrazo, recargando su mentón en el hombro del adverso.
—No vas a llorar ¿cierto?— bromeó el oji-azul, provocando una débil risa en el contrario.
Se fueron separando de a poco, uno más contrariado que el otro.
—Hey, te reíste...
Sapnap llevo una de sus manos al hombro del de lentes, dándole un apretón amistoso en símbolo de apoyo y cariño.
—"Nos estamos desviando"
—Creo que estamos desviados hace años.
—"Me refería al tema"
—También.
Ambos emprendieron camino hacia donde se supone debería estar la información que buscaban.
No tardaron demasiado en llegar, George conocía cada bendito atajo de ese internado.
No le parecía extraño que haya descubierto a la asesina, pero su memoria no ayudaba demasiado. Quizás si se golpeaba contra la pared lograría recordar algo.
Necesitaba saber qué pasó ese día como para merecer un golpe tan crítico. Un golpe que solo le causó amnesia, pero pudo haberlo matado.
El que siga vivo es un milagro.
—¡Ahí están los archiveros!
Sapnap se acercó con emoción hacia ellos, abriéndolos con rapidez para mirar las cientos de carpetas que contenía cada uno.
Sería una búsqueda más complicada de lo que creyeron. Pero tenían al menos un objetivo concreto, encontrar cuatro expedientes.
—Bien, hora de buscar.
Los dos comenzaron a hurgar entre las carpetas.
—Sabes, cuando recién te conocí me dabas miedo.
George paro unos momentos lo que estaba haciendo para mirarlo con incredulidad. Alzó sus manos con las palmas hacia arriba, en un ademán.
—"¿Es en serio?"
—Sí.
Ambos siguieron buscando los expedientes.
—Eras súper tétrico y espeluznante.
George chasqueo la lengua.
—Parecías un fantasma.
—"Me lo han dicho"
—También parecía que leías mentes. Todo el tiempo sabías que pasaba.
—"Corazonadas"
—Si, si. Tú y tus corazonadas, ya se.
—"No puedo leer tus pensamientos, tranquilo"
—A estas alturas todo es posible.
—"Claro"
—¡Los encontré!
Sapnap se levantó con emoción, alzando entre sus manos cuatro carpetas.
Un paso más adelante.
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She? [4]
FanfictionSapnap y George están por descubrir el peor misterio de aquel internado. A ella. •SNF