She? [4]

13

El castaño tomó el cuchillo entre sus manos, admirándolo unos momentos.

—Así que, tú mataste a Quackity...

Alyssa se levantó con dificultad, apoyándose en el suelo para poder sentarse. Miro con pánico a Wilbur.

—Yo... yo no..

—Le arrebataste la vida...— se acercó con lentitud a la chica, quien retrocedía con miedo —a la persona que amaba... y tú lo sabías.

—¡Yo no quería!— lloriqueó la mujer, moviendo su cabeza frenéticamente.

George y Sapnap se colocaron de pie ayudándose mutuamente. Ambos intentando dejar de sollozar.

El heterocromatico fue el primero en calmarse, aclarando su garganta.

—Wilbur, debes de evacuar el lugar y tratar la herida de Sam antes de que se infecte— le suplicó George.

El castaño observó con miedo al de ojos bicolor, negando varias veces.

—No te dejaré solo con esta loca, te acabo de encontrar...

—No estoy solo— le aclaro, agarrando con fuerza la mano de Sapnap.

Los ojos azules del chico se iluminaron ante eso.

—Nosotros nos encargáremos esta vez— murmuro George, dándole una débil sonrisa.

Eso fue suficiente para que Wilbur confiara. El George que él conoció nunca sonreía.

Se acercó hasta Sam para ver por encima su herida, dándole un leve empujón para que avanzara. Los dos se marcharon de ahí para dar aviso de lo que sucedía.

El daltónico soltó una risa amarga, regresando su mirada a la chica, quien ya estaba de pie en la esquina de la habitación.

—Creo que tenemos algo pendiente.

Ambos se miraron con rabia contenida por unos momentos, antes de lanzarse uno encima del otro, comenzando una pelea.

Sapnap dio un paso hacia atrás con preocupación. No quería intervenir, pero tampoco quería que George saliera lastimado.

—¿¡Por que lo hiciste!?— grito George lleno de rabia, empujando a la chica contra el suelo.

Alyssa logro darle la vuelta, subiéndose encima de él para agarrarlo por el cuello. El de lentes inmediatamente se soltó, dándole un golpe en el costado.

La mujer se levantó con molestia, escupiendo sangre.

—Realmente no espero que lo entiendas, George.

Corrió de nuevo hacia él, provocando que el chico se resbalara. Cuando estuvo en el suelo, Alyssa volvió a tomarlo por el cuello, pero esta vez no se detuvo, le empujó con tanta fuerza que George golpeó su cabeza contra el piso.

Un sonido seco fue todo lo que se escuchó.

George cerró los ojos con un horrible dolor extendiéndose, para después abrirlos con pánico. Su mirada estaba borrosa y los sonidos a su alrededor distorsionados.

Una punzada le hizo gritar.

George intento correr, más la chica inmediatamente lo agarro con fuerza por los hombros, tirándolo en el suelo frío.

—Lo siento, George. No permitiré que arruines todo.

Alyssa coloco una soga en el cuello del niño, comenzando a arrastrarlo por el lugar como si fuera un muñequito de trapo. El pequeño heterocromatico intentaba zafarse de cualquier forma, más le era imposible.