—Alyssa.
Tapó sus oídos cuando presintió que se acercaba un regaño, más los psiquiatras frente a ella no parecían molestos. Simplemente estaban consternados.
—Nos encanto tu historia, pero debes volver a tu habitación.
Hablo un castaño de ojos color miel, intentando hacer que se levantara de la silla, más la chica estaba oponiendo resistencia.
—¡No es una historia! aquello pasó, de verdad pasó, fui mala, muy mala.
Decía la chica convencida de aquello, mientras cubría su rostro intentando ocultarse.
Los psiquiatras se miraron entre si con incomodidad. Por ahora la dejarían tener su episodio maniaco, no tenían tiempo para lidiar con ella.
Todos se marcharon a la salida sin mirar atrás, escuchando los insultos de Alyssa hacía si misma mientras mas se alejaban.
—Está es la quinta vez que me mata en sus historias— dijo Karl, algo exasperado de lo mismo.
—¿Y por qué siempre tenemos que ser gays?— cuestionó George extrañado.
Dream y Sapnap se miraron con una sonrisa burlona. El rubio le dio un ligero empujón al de lentes.
—George ¿acaso te molesta?— bromeó, sin quitar aquella mueca socarrona.
El chico solo volteo los ojos fastidiado, apenas con una risa imperceptible. Debía admitir que le hacía gracia la situación.
—Solo me molesta que siempre termine contigo. Eres odioso— le siguió el juego, devolviéndole el empujón.
—Auch, lastimaste mis sentimientos— dramatizó el de ojos verdes, poniendo una de sus manos en su pecho, justo donde debería estar su corazón.
—Dejen de quejarse, solo es una demente, ¿por que les afecta tanto?— pregunto Sapnap, abriendo la puerta del psiquiátrico para poder salir.
Cuando todos estuvieron fuera, las miradas recayeron en George.
—¿Que me ven?
Karl soltó una risa seca.
—Nunca te mata ¿crees que tenga algún crush contigo?— se burló el castaño, provocando carcajadas en los otros dos.
—¡Que asco! cierren la puta boca y caminen— se quejó el pelinegro.
Aquellos solo logro que los contrarios rieran aún con más fuerza, mientras él los miraba con seriedad.
—Ja, ja, que risa, muévanse— les apuro George con tono sarcástico.
Los otros obedecieron, yendo detrás de él.
—De verdad no creo que tenga remedio— se sincero Sapnap, los otros estuvieron de acuerdo.
Cuando estaban por entrar a la otra área de la instalación, las puertas fueron abiertas.
Una cabellera castaña bajo la luz de la luna se dejó ver.
—Wilbur, ya es tarde ¿que haces por acá?— cuestionó Karl algo desconcertado.
El chico solo se hizo a un lado, dejándoles pasar.
Después de todo no podían andar como si nada afuera, era peligroso. El cielo estaba nublado y amenazaba con comenzar a llover, unas cuantas gotas les hicieron adentrarse al lugar, alertando la inminente lluvia torrencial.
Cuando ingresaron, Wilbur inmediatamente cerró las puertas.
—Hey, hey. Al parecer estaremos atrapados por aquí.
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She? [4]
FanfictionSapnap y George están por descubrir el peor misterio de aquel internado. A ella. •SNF