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—¡George!

Fue abrazado repentinamente por la chica, quien tenía una sonrisa resplandeciente. Se veía igual que la última vez que se vieron.

Su cabello rubio y ojos azules hacían que reflejara a cierta persona en ella. Tantos recuerdos.

Se separó apenas un poco del abrazo para poder liberar sus manos, de otra forma no podría comunicarse con ella.

—"Es un gusto coincidir de nuevo"

—Me alegra volverte a ver.

Sapnap retrocedió unos pasos para darles espacio. Estaba agotado y hambriento.

Habían pasado tantas horas enfrascados en descubrir la verdad que no se habían tomado el tiempo para alimentarse o dormir.

No se había dado cuenta hasta ahora, que se puso a meditar lo que estaban haciendo con detenimiento. Su cuerpo por fin pareció reaccionar y le exigió piedad.

Unos toques en el hombro le hicieron prestar atención a la escena.

—"Sapnap, ella es Alyssa"

—Un placer, Alyssa.

—El gusto es mío.

George regreso su mirada a la mujer, sonriendo de forma tenue.

—"Tienes muy buena memoria"

—Oh, ni yo se como es que logro entenderte, hace años que nadie me hablaba con lenguaje de señas. Es increíble.

—"Es cierto, casi lo olvidaba. Han pasado años"

—¡Si!— exclamó con emoción, sacudiendo levemente el cuerpo de George —¿recuerdas aquellos días en el jardín, mientras jugábamos con los chicos?

—"Claro que lo recuerdo, estuve en crisis dos semanas al no poder descifrar que lo que sentía era emoción"

Los ojos de George brillaban con felicidad, mientras movía sus manos de forma alegre. Sentía su corazón bombear rápidamente.

—¡Como extraño esos días!

—"Yo igual, a ellos también"

—Sí, sobre todo a ellos. Daría lo que fuera por darle un ultimo abrazo a Quackity...

Sapnap permanecía con la mirada en el suelo al verse ignorado, intentando concentrarse en otra cosa.

—Aún no me dijiste porque usas lenguaje de señas.

—"Mutismo selectivo"

—La vida no te a tratado bien, por lo que veo...

George le hizo un ademán para que se acercara mas a él. Alyssa obedeció.

—Sí, es algo difícil— murmuro en su oído, alejándose de nuevo para ver la mirada sorprendida de la chica, quien ya comenzaba a sonreír.

Ese fue el límite de Sapnap.

Carraspeo su garganta para ver con molestia al pelinegro, quien le observaba con confusión.

—Puedo irme, si gustan.

George boqueo, sin lograr decir nada. El oji-azul soltó una risa seca.

—Me iré, no se preocupen. Adiós.

Sapnap fue detenido por George, quien tomó con fuerza su brazo derecho. Le observaba en una súplica silenciosa, negando varias veces con la cabeza.

Sapnap suavizó su mirada, intentando soltarse de su agarre.

—Hey, George...

—No quiero que me dejes...

Abrió los ojos de par en par al escuchar la voz suave y rota de George. Su tono denotaba tristeza.

—Solo iba... a comer algo, tranquilo.

Le tomó por los hombros, estabilizándolo. Admiraba su rostro con detenimiento intentando descifrar sus expresiones.

Alyssa desvío la mirada para darles privacidad. Aunque los otros dos se dieron cuenta de inmediato, separándose unos centímetros, avergonzados.

George suspiro de forma ruidosa. Le dolía la cabeza de tanto embrollo, quizás lo mejor era ir directo al punto. Revivir recuerdos y sentimientos era revivir el dolor y la agonía también.

Últimamente tenía mucho la guardia baja.

—Alyssa, la verdad es que estoy aquí por una razón en específico. Necesito saber qué pasó este día.

Extendió su mano, demandando algo. Sapnap rápidamente sacó uno de los documentos, entregándoselo. George lo agarro.

—Se sincera, ¿que hacían en el pasillo?

Sapnap ladeó la cabeza confundido.

—¿Cómo sabes que ella estaba ahí?

—Nihachu andaba en junta, Hannah desaparecida. Solo quedan tres opciones.

—Puffy, Alyssa y Tina...

—Exacto.

Ambas miradas recayeron en la chica, quien soltó un suspiro.

—Bien, les dire todo...

She? [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora