Esta es la historia de una chica común y corriente,que toda su vida a deseado tener un Good Guys (chico bueno), hasta el punto de obsesionarse con Chucky,un muñeco diabólico asesino cuando llega a conocerlo.
Un simple deseo de tener algo que siempre...
Me revolví entre las sabanas de nuevo en un intento fallido por dormir nuevamente, no tenía mucho que me había despertado, pero aún me negaba en abrir mis ojos para levantarme y comenzar un nuevo día.
No quería levantarme porque era realmente cómodo estar entre las sábanas calientes y suaves, era realmente cómodo estar así.
Aunque ayer fuera uno de esos días que te gustará borrar de tu cabeza, era prácticamente imposible hacerlo y más cuando tienes un golpe en tu rostro que te lo hace recordar cada que sentías el dolor de lo ocurrido antes.
Era realmente molesto recordar lo que había pasado y cada vez que lo recordaba me hacía sentir como una estúpida al no haber hecho más por defenderme de esas dos locas señoras, pero si me dejaba a mis impulsos era más posible que trajera problemas mayores.
Lo único que mi mente podía pensar en estos momentos de fruta era en "Pinches viejas odiosas".
Sé que fue por defender a alguien al cual aprecio, pero mi mente aun así me reprocha y me hacía sentir culpable por llevar aún muñeco conmigo como si fuera una niña pequeña.
Me veía muy infantil e inmadura de mi parte, sin mencionar de que sabía muy bien de que ese muñeco que aparentaba ser común y corriente era un puto muñeco viviente y asesino, que no dudaría en hacerme daño si él quisiera.
Definitivamente me había vuelto loca, nadie es tan estúpido como yo para tener un muñeco viviente y sentir algún tipo de aprecio hacia él, eso es realmente estúpido de mi parte.
-Pero aun así no entiendo por qué lo quiero.- susurre para mí misma mientras revolvía las sábanas en busca de Chucky.
Pero entre más buscaba no sentía nada más que mis sábanas, por un momento pensé que lo había tirado de mi cama mientras dormía y aunque dudaba mucho que yo sea alguien que se mueva como gusano mientras duerme, aun así había una posibilidad.
Me levanté y comencé a buscar en el suelo y debajo de la cama en busca de aquel muñeco, pero no encontraba absolutamente nada, e incluso pensé que tal vez estaría oculto por ahí, pero por más que lo buscará dentro de mi cuarto no había señales de él, en ese momento me alarme y pensé lo peor.
Corrí en busca de Chucky y comencé a buscar por toda mi casa con el temor de que ese desgraciado le haya hecho algo a mis padres, para mi suerte encontré a mi madre en la cocina lo cual hizo que mi alma regresará a mi cuerpo.
-Buenos días, madre... ¿Me preguntaba si por casualidad no as visto mi muñeco por aquí en algún lugar? -
-¿Hija te encuentras bien?, tu muñeco debe estar en tu cuarto donde siempre lo tienes-
-Es que... Tienes razón que olvidadiza soy, seguro es porque aún estoy media dormida-
-Tú nunca cambiarás hija, si eso es todo entonces tengo que irme a trabajar así que por favor desayuna ya, tu padre y yo volveremos en la noche-
-De acuerdo madre, que te vaya bien -
-Te quiero hija y no vuelvas a buscarte más problemas- Escuché como dijo lo último mientras señalaba con su dedo hacia mi cachete adolorido y sin más salía como siempre de la casa para dejarme sola todo el día como es de costumbre.
Me quedé unos momentos pensativa y mirando hacia la puerta hasta que recordé a Chucky.
Estuve buscando por toda mi casa y llamándolo a gritos para que saliera de dónde sea que estuviera, pero no lo encontré en ningún lugar.
Volví a regresar a mi cuarto un poco confundida no sabía en donde estaba y no sabía por qué eso me hacía ponerme triste.
Al llegar a mi cuarto no pude evitar que las lágrimas salieran y al notar aquel collar de mejores amigos que tenía, hacía que mi corazón me doliera más y más.
Acaso él en serio me abandono después de que me prometiera que no lo haría, es un completo imbécil.
Aunque que esperaba realmente, yo sabía muy bien lo que era, de lo que era capaz, sabía muy bien que esto pasaría y que con suerte me dejaría viva aunque supiera su secreto.
Pero aun así porque me duele saber que él me abandono, sabiendo que es lo mejor para mí, es realmente molesto al menos se pudo despedir de mí apropiadamente¿No?.
No podía dejar de llorar mientras que abrazaba con fuerza el collar que tenía, soy una tonta y odio el como soy por ilusionarme y dejarme engañar pensando que él me apreciaba aunque sea un poco.
-¡¡¡Dios T/N era un maldito asesino claro que no tendría ningún aprecio por alguien tan insignificante como yo!!!-
Lo único que podía hacer ahora es llorar por un imbécil hasta quedarme completamente dormida nuevamente en mi cama, esperando un nuevo día.
[...]
Era un día realmente hermoso, pero para aquel muñeco que intentaba regresar a cierto lugar era realmente un día horrible, las personas se hacían notar por las calles de la ciudad, algunas iban al trabajo, otros a la escuela y muchas más hacían cosas triviales sin mucha importancia.
Aquel muñeco no podía hacer nada más que quedarse quieto y fingir ser un muñeco normal como cualquier otro juguete, quedando sentado al lado de un árbol y arbustos mientras la gente pasaba sin tener oportunidad de irse.
No podía hacer más que maldecir mentalmente, esperando poder regresar a casa de aquella chica rara con la cual había establecido una cierta amistad, por más que lo pensara no sabía por qué quería regresar a su lado.
Mientras que aquel muñeco seguía profundo en sus pensamientos una chica que pasaba por ahí noto su presencia y se acercó hasta él con la intención de llevárselo.
Cuando el muñeco noto que era levantado por aquella chica no pudo hacer nada más que quedarse inmóvil cómo de costumbre, no podía ni huir ni matarla porque eso llamaría la atención.
Esta chica simplemente lo tomo entre sus brazos y comenzó a caminar hacia quien sabe dónde, lo único que el muñeco pensaba era en como iba a hacer para escaparse de esta chica y poder buscar a T/N nuevamente, él estaba seguro de que aquella chica rara ya lo maldecía, pero aun así seguro lo extrañaba.
Eso a él le daba gracia y al mismo tiempo hacía que se volviera a cuestionar el porqué quería regresar con ella, sabiendo muy bien que ahora tenía la oportunidad para escapar y no volverla a ver jamás.
Pero por más que buscaba una respuesta no la encontraba, él solo quería regresar a su lado y no sabía por qué, en el fondo se creía un inútil porque no podía matarla y tampoco quería abandonarla.
Simplemente no sabía que hacer ahora que una chica desconocida lo llevaba más lejos de su destino, él al fin de cuenta solo era un estúpido asesino en el cuerpo de un muñeco, que solo quería regresar con alguien en específico y no sabía el porqué.
Se estaba volviendo débil y blando solo por aquella estúpida chiquilla que comenzó a tratarlo de una manera rara y singular.
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Hola a todos los que aún siguen leyendo está historia, quiero disculpar mi ausencia en publicar nuevos capítulos pero he tenido muy poco tiempo para escribir y además he tenido un pequeño bloqueo de escritora.
Espero que comprendan y que aún haya personas que sigan leyendo mi libro.
Aun así agradezco a todos por su espera y espero hayan disfrutado el capítulo.
