...PAIN... (Andy Strucker)

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑

꧁༒☬𝕷𝖆𝖌𝖗𝖎𝖒𝖆𝖘 𝖉𝖊 𝖘𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊☬༒꧂

Puedo sentir el desespero de Andy, se aferra a mi cerebro como un pegamento, indicando que es hora.

Dorian ríe al ver como el chico muere lentamente y la ira crece en mi sistema, solo puedo visualizar su cabeza explotando en miles de pedazos, su rostro suplicando piedad, la sangre cubriendo su cadáver. Sacudo la cabeza intentando alejar esos pensamientos, porque si dejo que me dominen, no podré controlarme.

La oscuridad comienza a salir de mi, siento como sube por mi cuerpo, levanto las manos y las veo, son como hilos, como venas del color de la noche. Siento como van brotando por mi rostro, presionando, volviéndolo casi doloroso, llegan a mis ojos, estos se nublan al instante y luego de un par de parpadeos, veo rojo.

Mi cabeza duele y de pronto siento como mis pies dejan de tocar el suelo levemente, de mi se desprende un humo tan oscuro como el petróleo, seguido de un líquido espeso que cae de mi cuerpo como si fuera un volcán en erupción. Todo lo que esto toca, se va desintegrando, como si metieras tus dedos en ácido puro.

—Aléjate de él...—intento advertirle, pero no reconozco mi voz, esta sale de mi como si fuera otra persona, una muy demoníaca. Solía tener miedo, aun queda algo de el en el fondo de mi mente, pero el enojo y la sed de sangre van tomando posesión de mi cerebro, como una epidemia, como un virus que infecta todo y mata por placer. Antes sentía pena por usar mis poderes, pero por alguna razón, ahora se siente increíble, es como si otra persona haya tomado el control de mis actos y yo solo estuviera viendo lo que ésta hace, mis sentimientos no se sienten míos...

La lava negra, que se asemeja más a la grava, se escurre por todos lados, quemando todo a su paso, hasta llegar a Dorian y entonces él retrocede, soltando a Andy en el intento de huir.

—Lilith, no puedes querer matarme... No eres así... ¡Es la oscuridad!, ¡es esa cosa la que habla por ti!—oigo a Dorian gritar, pero su voz se escucha tan lejana, lo único que resuena en mis oídos ahora es la respiración entrecortada de Andy, que se encuentra tirado en el piso. Su corazón latiendo lentamente, casi imperceptible, el miedo que emana de su ser, el dolor en cada parte de su cuerpo, la sensación que tiene de que no sobrevivirá más tiempo...

—¡no hagas esto!—sigue gritando Dorian.

La grava del suelo cambia su forma, volviéndose látigos que encarcelan a Dorian, algunos toman su cuello, otros su rostro y otros el resto de su cuerpo.

—si yo muero, ¡el imbécil morirá conmigo Lilith!, ¡está en tus manos!

Él intenta atacar, pero no soy su objetivo, si no el chico en el suelo. Una mano hecha de sombras, arrastra a Andy en el intento de atraerlo a la grava, pero yo soy más rápida. Levanto mi mano derecha y la oscuridad rodea a Andy. Oigo los gritos asustados de sus amigos, tal vez creen que voy a matarlo, pero el humo que brota de mi, ahora forma una burbuja a su alrededor y mientras esta esté sobre él, nada ni nadie podrá dañarlo, ni siquiera yo.

—Tu pelea es conmigo, ven, termina lo que un día empezaste...

Avanzo hacia Dorian, quién solo se retuerce de dolor debido a que la grava lo quema lentamente.

—¡Dijiste que no me harías daño jamás!—exclama pero su voz se distorsiona en un grito de dolor en cuanto la grava se presiona en su cuello..

—pues... descubrí que el hecho de causarte dolor me resulta divertido.—una carcajada sale de mi garganta y me toma por sorpresa, no se que estoy haciendo o diciendo, yo... ¿En qué me estoy convirtiendo?, ¡¿Por qué no puedo detenerlo?!