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Su relación avanzó como antes, los mismos miedos encubiertos bajo coqueteos, su romance y sentimientos manifestado por medio de besos

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Su relación avanzó como antes, los mismos miedos encubiertos bajo coqueteos, su romance y sentimientos manifestado por medio de besos.

Ninguno se atrevía a dar rienda suelta a aquellos sentimientos amorosos, el miedo y lo muros que crearon no les dejaban hacerlo. Aún así, eran felices, parcialmente, con la situación. No eran una pareja convencional, ni siquiera se podrían llamar pareja, y quizás el término amantes era mas propio.

Esa noche en particular, Taehyung estaba en su departamento, sentado sobre la cama mientras sus ojos repasaban cuidadosos sobre los documentos que Jungkook le entregó en la tarde.

Un nuevo caso sobre un violador en serie, algo nuevo para Taehyung que siempre trabajaba en casos relativos al narcotráfico.

Eran cerca de las nueve, y el muchacho recordó que su jefe esa noche estaba de turno, por lo que debería encontrarse en su despacho en la estación de policías.

Tomó su celular y por inercia marcó el número de Jeon, sus deseos le traicionaban. Timbró un par de veces antes de que pudiese escuchar esa voz ronca que era el cielo para Taehyung.

-¿Necesitas algo, Tae?

-Quería... preguntar sobre el caso que me mandaste.

El cerebro de Taehyung se puso a trabajar en una excusa para su llamada, era algo infantil, claro, pero sus instintos lo movían solo mas no pensaban en las consecuencias.

-Dime.

-En los documentos no consta el registro médico del acusado, y según tengo entendido estuvo en un hospital psiquiátrico.

-Tae -llamó con un tono ligeramente jocoso- ¿para qué me llamaste? Te envié su ficha a tu correo, te lo dije antes de que te fueras, y las mentiras no se te dan muy bien.

Taehyung quiso esconderse bajo las mantas de la vergüenza, aunque colgar el teléfono sería más efectivo si no quería escuchar la burlona voz de su amante. Bajo golpes mentales, el muchacho reprendió a su torpe cerebro que no lograba formular una mentira decente ni por una vez en su vida.

-... lo olvidé.

La justificación en tono nervioso fue aún peor que la ya mala mentira.

-¿Me extrañabas?

-No -respondió rápido, algo que delató su tercera mentira de la noche.

-Pues yo sí.

A veces, esas respuestas tan contundentes y cínicas hacían sonrojar a Taehyung tanto que sus mejillas ardían.

-¿Qué estás haciendo ahora?

-Estoy en mi cama -respondió.

Jungkook sonrió ladino, entonces su cerebro comenzó a maquinar una deliciosa forma de torturar a Taehyung o a sí mismo.

Pasión en la Mira •• KookTae••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora