17

6.4K 728 11
                                    

Despertó a su lado, sintiendo el calor de su cuerpo pegado al propio, las sábanas enredándose entre sus piernas desnudas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despertó a su lado, sintiendo el calor de su cuerpo pegado al propio, las sábanas enredándose entre sus piernas desnudas. Le gustaba que al abrir los ojos en la mañana se encontrase abrazado por Jungkook, tan dulce y romántico como siempre lo soñó.

Pero se sentía extraño, su corazón albergaba un miedo que debía sacarlo pronto antes de que lo consumiera. Salió de la cama en silencio y se dirigió a la cocina, un ambiente moderno con una isla de mármol negro en medio.

Comenzó a hacer café y sacó fruta picada con yogurt griego y miel. Cuando estaba por empezar a comer sintió las manos firmes de su amante sujetarse a su cintura.

-Una buena princesa nunca dejaría a su caballero solo en la cama -gruñó ronco contra su oído.

-Tú mismo dijiste que no eras mi caballero sino mi dragón -corrigió Taehyung con una sonrisa en los labios.

Una risa profunda le provocó escalofríos, tan sensual como Jungkook podía ser.

-Debo ducharme, voy a salir.

-¿A dónde irás? Hoy no trabajas -le recordó que ese día era para sus actividades particulares.

Jungkook, por otro lado, debía ir a la estación en menos de una hora, y el primer papeleo que debía hacer era sobre las vacaciones de Yoongi.

-Iré a ver a Jimin, debo hablar con él.

Jungkook asumió que se trataba sobre el atentado de la noche pasada, por lo que no indagó más. Taehyung se removió del abrazo de Jungkook algo incómodo, y eso lo notó el mayor.

-¿Te sucede algo?

-No, sólo... tengo prisa -consiguió decir antes de saliera pasos rápidos de la estancia y correr al baño de la recámara principal, dejando olvidado su casi intacta taza de café.

"¿Hice algo malo?", se preguntó el Comandante contrariado por la actitud de su pareja.

Usualmente Taehyung era muy alegre y chispeante, tímido a veces, pero siempre tenía algo que decir. No era propio de él esa mirada de miedo o el nerviosismo en sus acciones, lo que era preocupante.

Algo en el corazón del oficial le dijo que su pequeña princesa estaba demasiado temerosa, y ello conllevaba más problemas.

"No debes tener miedo, princesa, voy a cuidarte"

(...)

-¡Agh, mmm, Yoongi! -chillaba Jimin con las piernas abiertas, recostado sobre el mesón de la cocina, con su amado rubio en medio embistiéndolo fuerte.

-Maldita sea, eres un pequeño gatito escandaloso.

El pene del rubio impactó fuerte contra el punto dulce del muchacho, una y otra ves siendo atacado con brutalidad, haciéndole gemir fuerte y alto. Quien diría que ese pequeño ojeroso tendría tanta energía en la mañana.

Pasión en la Mira •• KookTae••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora