Seokjin es un omega que tiene muchos traumas debido a su pareja pero que pasara cuando un doctor Alfa dominante lo comience a tratar, a preocuparse e incluso a enamorarse de el.
Este apuesto alfa solo buscara la manera de hacer brillar aquella mira...
Fruncí el ceño mirando con atención al pelinegro que se encontraba frente a mí y me iba acercar si no fuera por las palabras de mi hermana que tomaron lugar en mi mente:
Cuando lo vayas a atender por nada del mundo lo hagas asustar, si es posible mantente lejos de él, no le hables tan fuerte.
Dios, había incumplido una de esas cosas, casi y se tumbaba encima del omega, rápidamente se alejó a una distancia aceptable que sorprendió al pelinegro, aunque no estaba tan cerca pero mejor era prevenir. Que vergüenza, la primera cosa que tenía que hacer y lo hizo mal.
En su defensa, no sabía que era él.
—Discúlpame, no fue mi intención asustarte. —dije un poco avergonzado.
Silencio, no había dicho nada y eso me estaba impacientando, pero tenía que mantener la calma no quería asustarlo, claro que no.
Y si dejaba salir un poco de mis feromonas para tratar de calmarlo y viera que no soy peligroso. Aunque lo mejor creo que no, le tiene miedo a los alfas y yo soy uno, mierda. No se que hacer.
—Yo, no...no te preocupes. —respondió de repente el pelinegro.
Que hermosa voz.
Espera que fue lo que acabo de pensar, no puede ser, realmente tengo que mantenerme sereno. Y ahora que digo, tengo miedo de que cualquier cosa que diga lo pueda hacer asustar.
—Creo que es mejor que me vaya, usted... podría saludar y desearle lo mejor a Nayeon de mi parte. —comento con un poco de nervios mientras mantenía la miraba hacia el suelo. — por favor.
—Lo mejor es que me dejes revisarte, no te vayas. —odiaba que su tono de voz saliera suplicante— Además ese fue el favor que me pidió mi hermana. Si no te molesta.
El pelinegro abrió la boca para decir algo, pero no lo dijo, se quedo callado lo más seguro es que estaba pensando.
Mientras él pensaba, decidí mirarlo, estaba mal hacerlo, pero no pude contenerme y lo observe detenidamente; estaba vestido con ropa holgada, traía puestos unos pantalones y un abrigo amarillo grande que tapaba su barriga, aunque encima de este traía otro que lo tapaba del frío ya que estamos en invierno, lo hacía ver tierno. Su cabello era negro y el flequillo caía sobre su frente tapando un poco sus cejas, poseía unos labios pomposos y eran de color vino.
Pero lo que más llamaba mi atención era su mirada, no pude apreciarla bien pero si alcancé a notar aquellos ojos color avellana que por alguna razón evitaban mirarme.
No hace falta que te diga cómo es, tu solo al verlo lo reconocerás, es un omega precioso y único.
Ahora que lo veía podría afirmar lo que su hermana había dicho, el chico pelinegro de labios pomposos era hermoso.
A pesar de todos los omegas que habían pasado por su consultorio en su anterior trabajo jamás había conocido uno como él, aunque lo que pensaba puede que suene un poco cliché, pero era verdad, no iba a decir que los otros eran feos, claro que no.
Simplemente eran lindos a su manera, porque cada uno lo era, tenía algo que lo hacía único y bello, pero el pelinegro tenía ese algo que lo hacía especial, y ese algo le había llamado la atención.
Entonces de pronto habló sacándome de mis pensamientos.
—Yo no puedo, es que no puedo, lo siento. —dijo y salió de la habitación, dejando solo al alfa.
Me quede ahí parado mientras inhalaba su aroma, era lo único que había dejado.
Un leve aroma a vainilla con leche.
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Estuvo corto el cap cierto? -risa malvada-
Ntp, estoy escribiendo para publicar dos más y serán largos lo prometo. Pero eso sí, puede que los publique mañana no se a que hora pero de que lo hago, lo hago.
