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Después de aquel día, el castaño pensó que todo cambiaría para bien, pero por desgracia no fue así.

El pequeño omega últimamente no comía ni hablaba mucho, y por lo que le había dicho un colega que se especializaba en psicología al parecer había entrado en un cuadro depresivo, lo cual se podía notar a simple vista.

Además de que el miedo que el pelinegro tenía al estar cerca de un alfa se había vuelto mucho más severo, se ponía a la defensiva y se alteraba más que antes.

Aquella visita de Sehun lo había dejado peor a pesar de que no lo haya visto.

Pero por suerte no sucedía cuando el castaño lo visitaba, el omega intercambiaban palabras con el, se mostraba más animado.

Jungkook estaba tratando de buscar la manera de poder ayudar al omega para que no se sienta atemorizado ante la presencia de otros alfas y esa era la razón por la que había mandado a llamar a sus dos mejores amigos que siempre lo ayudaban.

Se encontraba en su oficina revisando unos papeleos de sus pacientes mientras esperaba la llegada de aquellos locos.

El día era maravilloso para salir a pasear pero lo más probable era que el pequeño omega se encontraba en su cama sin tener ganas de nada y con las ventanas tapadas, le dolía mucho el pecho de verlo en ese estado pero esperaba que lo que estaba a punto de hacer cambiará eso.

El sonido de la puerta abriéndose de un golpe llama la atención del alfa.

—¡JEON JUNGKOOK! —El grito del rubio lo hace sonreír.

Por aquella puerta entran dos chicos, uno alto y con cuerpo bien tonificado, vestía de forma elegante además de que poseia un rostro atractivo para los omegas que lo vieran, era un alfa dominante con aroma a chocolate amargo.

Luego estaba el rubio, bajito pero peligroso, su aspecto  deleitaba a muchos alfas, era un poco agresivo con quiénes le querían hacer daño a sus amigos todo lo opuesto al alfa, este era un omega dominante con un aroma a frutos rojos que atraía a muchos.

—Jimin y Taehyung, que bueno es verlos. —se levanta con la intención de ser abrazado pero lo único que recibe es un golpe en el estómago propinado por el rubio.

—Vete al diablo. —murmura entre dientes Jimin con enojo.

—El "hola" es una mejor forma de saludar. —dice el castaño mientras le da un pequeño apretón de manos al alfa pelinegro.

—No creo que en estos momentos el quiera saludarte de esa forma, está enojado. —le susurra Taehyung al castaño.

—Se nota.

El rubio se sienta en uno de los muebles del consultorio, esperando a que lo imiten. Los dos alfas lo hacen de inmediato ya que cuando este se enojaba había que hacerle caso en todo porque podía llegar hacer un poco grosero, si no.

—Para que nos mandastes a llamar después de mucho tiempo. —dice recalcando lo último.

—Si, bueno...

—No vengas a decir que para ver si estamos bien porque no me lo creería. —interrumpe el rubio.

—Jimin, cállate y déjalo hablar. —Está vez el pelinegro interviene. El nombrado lo ignora.

—Quiero pedirles un favor, se que no he sido un buen amigo y también pido disculpas por eso, pero todo tiene una explicación que les daré más adelante. —dice serio.

Los dos chicos se quedan en silencio escuchando atentamente.

—¿De qué se trata? —cuestiona con curiosidad Taehyung.

The Omega With Sad Eyes© || °PAUSADA°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora