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Después de llegar a la casa, Seokjin no sabía que Sehun se encontraba ahí, e incluso temía verlo luego de haber salido estando él en casa. Esperaba que no se haya dado cuenta.

Al entrar decide ir a su habitación a darse un baño ya que alguien había dejado bastantes feromonas impregnadas en él, sintió calidez cuando recordó lo que el alfa del hospital había hecho para calmarlo.

Nunca nadie se había preocupado tanto por él y eso lo hacía cuestionarse el por que el se portaba así con él, una tristeza lo invadía cuando recordó que el castaño era amable con todos y él era uno más.

Cuando salió del baño, se dirigió a la cocina con la intención de comer, pero el ruido de voces se hacía fuerte y provenían de las escaleras, de pronto su mirada visualizó a dos personas, el olor de uno se le hacía desconocido.

Se acerca más para apreciar a las personas y cuando ve que se trataba de una omega su pecho dolió demasiado, mucho más al ver que traía entrelazadas sus manos con Sehun y este estaba feliz con una sonrisa que se desvaneció al verlo parado frente a ellos.

Hizo una mueca de disgusto, el pequeño pelinegro sintió sus ojos arder, un nudo en su garganta se había formado haciéndolo sentir extremadamente triste.

—¿Quién es ella? —cuestiona, dándole una mirada a la omega.

Sehun hizo una mueca y sonrió irónico. —No te interesa, Seokjin. —dice.

—No regresare hasta mañana, así que no me dejes la cena. Si quieres cometela tú, últimamente estás demasiado escuálido y después preguntas que, porque no te marco, que patético eres. —Este último comentario hizo reír a la omega que lo miraba de mala gana.

Seokjin agacho la cabeza y se hizo a un lado cuando Sehun paso junto a esa omega dejándolo solo, lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, su nariz se puso roja y la vista se estaba nublando, de nuevo estaba pasando por una crisis de ansiedad, se sentía inquieto y triste a la vez, le costaba mucho respirar.

Tosió y le dieron ganas de vomitar, con rapidez se dirigió al cuarto de baño, se agachó despacio dejando su cabeza hacia el retrete, pero no vomito, no tenía nada que botar su estómago estaba vacío no había comido nada en todo el día, los sollozos del pequeño omega sonaron mucho más fuerte.

Se sentía tan mal, por el desprecio y la forma en que le hablo el alfa. Quería irse de ese lugar, no soportaba vivir con él. No aguantaba más.

Se levanto y toco su pancita para después salir de la casa sin destino, ya era tarde y había comenzado a llover.

Comenzó a correr y sentirse desorientado, casi no podía respirar sus ojos no podían observar por donde iba, solo sentía las gotas de la lluvia caer sobre su pijama, tenía frío pero debía aguantar, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Sehun lo encontraría y de seguro lo golpearía por haber huido.

Pero el quería ver al único que lo hacía sentirse seguro y cálido, aun sin saber a dónde iba, buscaba desesperadamente al alfa del hospital, cada que avanzaba sus lágrimas salían más.

Estaba exhausto, ya no quería sufrir y ser menospreciado, quería sentirse amado, saber cómo realmente se sentía ser cuidado por un alfa que lo amara tal cual.

Quería un alfa como Jungkook.

De pronto, una luz topo su rostro, una blanca entonces el la observó y se dio cuenta que estaba en la calle, la luz estaba en rojo y el carro se acercaba a toda velocidad y no parecía que iba a detenerse, sus ojos se abrieron y sintió miedo, no pudo moverse se había quedado en shock.

Todo sucedió tan rápido, el cuerpo del omega fue golpeado por el carro dejándolo inconsciente y con sangre a su alrededor. El conductor del carro se detuvo y se bajó temblando mientras agarraba su celular para llamar a la ambulancia.

Cuando llegó, se llevaron el cuerpo de Seokjin, este se encontraba débil, pero con signos vitales y el conductor fue arrestado por ir mareado debido al alcohol.

Fue llevado al hospital más cercano lo más rápido posible.

Jungkook

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Jungkook

Se encontraba en su departamento y no dejaba de pensar en el pequeño omega de pomposos labios, estaba confundido después de lo que había hecho, porque se sentía asi cuando estaba cerca del omega, sentía las ganas de protegerlo.

Ese omega era alguien tan hermoso con un corazón noble que había sufrido mucho por los maltratos del alfa con el cual convive, cosa que lo enojaba, odiaba el hecho de que ese idiota lo haya tocado incluso estando embarazado.

Su hermana había llamado hace unas horas atrás y le contó todo sobre las marcas de golpes que poseía el omega cuando lo vio aquella mañana, está se había alterado y le había dicho que no había sido la primera vez.

A veces había días en los cuales también llegaba cubierto de hematomas que según el pequeño omega escondía perfectamente pero la castaña siempre se daba cuenta pero no preguntaba porque sabía de quien se trataba.

Aunque deseaba que el pelinegro hablara y le contara lo que le sucedía realmente, que le tuviera confianza y se abriera para poder ayudarlo, no podía y trataba de respetar esa opinión, aunque fuera difícil.

Algo dentro de el deseaba sacar al omega de ese horrible lugar y apartarlo de lo único que le hacía daño, no quería ver de nuevo esa mirada triste en los ojos del omega.

De pronto sintió un dolor en el pecho y comenzó a sentirse nervioso, su pecho dolió sin razón alguna, cuando escucho su celular sonar lo agarró inmediatamente para después contestar, era Dahyun.

—Dr. Jeon, es urgente. —Estaba demasiado alterada y por lo que escuchaba estaba llorando.

—¿Qué sucede y porqué lloras? —Se encontraba preocupado porque la beta no era alguien que lo llamaba a las diez de la noche.

—Yo-yo, el Señor Kim, fue atropellado y está en el quirófano. Está muy mal y-y el doctor Choi dijo que el cachorro podría morir, esta demasiado débil.

No puede ser verdad.

Claro que no.

El se levanto de su cama y se puso una sudadera cualquiera, tomó las llaves de su carro y sintió su corazón latir demasiado rápido. No podía pasarle nada malo. Él no podía morir ni mucho menos el cachorro.

Se adentro al carro y comenzó a manejar con rapidez, dándole un golpe al volante por el enojo y preocupación para después acelerar a toda velocidad pasándose algunas luces rojas.

En estos momentos no le importaban las multas que podían llegarle a su correo, lo único que importaba era su Omega.

Debes sobrevivir, pequeño, ya voy en camino. 

;C

The Omega With Sad Eyes© || °PAUSADA°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora