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El trabajo sucio.

De eso nos encargamos nosotros.

Investigamos y nos ensuciamos las manos si es necesario. Después de todo ese es nuestro trabajo, claro todo esto con un propósito, buscar la verdad para castigar al mal.

No somos malas personas, todo lo contrario, pretendemos llevarnos bien con todos y ayudar en lo que más podemos.

Por eso decidimos ayudar a nuestro amigo, con el cual perdimos comunicación durante 1 año y medio, pensábamos que se lo había tragado la tierra.

Sin embargo, hace una semana nos contacto, lo cual me tomo desprevenido y claro, me hizo enojar. Pero no tenía nada que ver eso en estos momentos, me estaba desviando del tema principal.

Dónde nos encontramos en este preciso instante, es en la casa del omega de mi hyung.

Oh sí.

Una sonrisa diabólica salió de mi rostro causando que mi acompañante me diera un codazo causando un leve empujón.

—¡¿Qué te sucede?! —digo, susurrando un poco alterado. El pelinegro me mira con burla.

—Pareces que estás a punto de matar a alguien.

—Para que más estamos aquí. —Niega con la cabeza y comienza a caminar sigilosamente por el patio trasero de la casa.

Lo sigo en completo silencio y cuando estuvimos frente al balcón por dónde teníamos planeado entrar, el pelinegro se detiene y yo choco con su espalda.

El se gira y me hace una mueca de disgusto, para después sacar una soga de la maleta negra, con rapidez la lanza hacia el balcón pero no lo alcanza y cae sobre nosotros golpeándonos.

Deseaba reírme pero no podía, podria llamar la atención y todo el plan se iría a la mierda si nos descubrieran.

—Eres demasiado inútil, Van. —murmure, sonriendo divertido.

—Si quieres hazlo tu, chico listo.

Yo asentí y lo empuje para después volver hacer la misma acción, fallando en el intento, lo cual causa una risita burlona detrás de mi, yo gruño y me doy la vuelta para encarar al alfa.

—No es momento para ponernos a pelear, Chimchim. —advierte.

Hago un gesto con mi puño con la intención de pegarle pero el solo sonríe, lo cual me irrita.

A veces podía llegar a ser muy molesto.

—Bueno, cómo vamos a entrar para buscar lo que quiere Gguk. —pregunto.

—Tendremos que subir escalando. —dice. Yo lo miro confundido para después negar.

—Quieres que me vaya de culo y me quiebre la columna vertebral. Ni de coña lo haré. —Me doy media vuelta para ir en busca de la escalera que dejamos en la camioneta.

Unos brazos detienen mi caminar, tomándome de la cintura para después alzarme y cargarme hasta quedar de nuevo bajo el balcón.

—Te voy a alzar, debes tratar de agarrarte y luego intenta subir. —Explica, y yo niego.

Iba a quejarme pero el movimiento que hace para levantarme me detiene. Mi cabeza procesa la información que me dió antes y la pone en acción.

Mis brazos se elevan lo más que puedan tratando de alcanzar el borde del balcón para poder sostenerme.

Vamos, vamos, un poco más, un poco más.

Y...lo logré.

Ejerzo un poco de fuerza en mis brazos y trato de subir con la ayuda de Van, quien me empuja desde abajo, un poco más y ya me encuentro arriba.

The Omega With Sad Eyes© || °PAUSADA°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora