Marvel: El Juego

Volumen 2 // Capitulo 49

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Miré al Anciano, la piedra del tiempo flotando ordenadamente sobre mi mano, y con una sonrisa seguida de un suspiro, pregunté: "Entonces, ¿qué hago ahora?"

El Anciano me miró, invocando una taza de té caliente, mientras se sentaba en su escritorio, "Úselo, vea el pasado, luego el futuro, la piedra debería ayudarlo, de una manera que nadie puede".

Bueno, supongo que no dolía mirar.

"Muy bien entonces", me reí entre dientes, abriendo un portal a mi casa, "Hasta luego".

"Cuídese, Sr. Walker", le devolvió la sonrisa la Anciana, tomando un sorbo de su humeante taza de té.

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De vuelta en mi apartamento, tomé asiento en mi sofá, pensando qué hacer y cómo abordar el problema, frunciendo el ceño ante toda mi situación, mientras miraba la piedra que el Anciano me había confiado con una mirada perdida.

Tal vez necesitaba un descanso.

Solo necesitaba no estar pensando en... bueno, esto.

"Oye", Bucky me saludó con la mano, llamando mi atención, "¿Qué es eso?", Señaló la Gema del Tiempo con su mirada generalmente aburrida.

"La clave para controlar el tiempo", respondí con una sonrisa.

"¿Dónde estuvo eso cuando quería quedarme a dormir en segundo grado?", respondió Bucky con una sonrisa propia.

"Me identifico con eso, todos pueden", me reí.

"Entonces, ¿qué está pasando?" preguntó Bucky, caminando hacia la sala de estar, tomando asiento justo en frente de mí.

"Nada", respondí.

"Alex, te conozco", resopló Bucky, "Sé cuándo sucede algo, y algo está sucediendo en este momento, entonces, ¿qué es?"

Realmente me conocía bien, ¿no? Supongo que era de esperar, considerando que vive conmigo y es uno de mis amigos más cercanos.

"Bueno", suspiré, comenzando a explicarle toda la situación, desde Hank hasta el ser todopoderoso que posiblemente podría ser una amenaza, durante toda la conversación, Bucky se quedó sentado allí, escuchándome, hasta que terminé.

"¿Zombis, eh?" Bucky suspiró: "Leí algunos libros sobre eso, pero... creo que los zombis de los que hablas no son de los que he leído, ¿verdad?"

"No", negué con la cabeza, "a diferencia de los libros, estos zombis mantienen sus habilidades y conocimientos, y bueno, puedes imaginar cómo resultaría un brote".

"En unos días, la tierra estaría plagada", suspiró Bucky una vez más.

"Sí", asentí, chasqueando la lengua.

"Y, para colmo, tenemos un... Dios de algún tipo, como el responsable del virus zombi", agregó Bucky.

"Sí, según lo que sé, sí, él fue quien trajo el virus cuántico aquí", asentí.

"Eso se siente... Barato, de alguna manera", murmuró Bucky pensativo.

"¿Qué quieres decir?" Pregunté, inclinando mi cabeza hacia un lado.

"Bueno, él es un Dios, como... uno real, ¿verdad?" preguntó Bucky, y yo asentí, "Entonces... ¿por qué los zombis?"

"¿Tal vez está jugando conmigo?" Me encogí de hombros.

"No... no es eso", Bucky negó con la cabeza, "Mira... de todas las cosas que pudo haber hecho... envió una amenaza que estabas preparado para sellar, debe saber si es tan poderoso como dices, cuán poderoso eres, los límites de tu alcance y, sin embargo, eligió un obstáculo que estabas completamente preparado para enfrentar",

Parpadeé, tenía un punto, el Beyonder podría saber como soy ahora, parpadear para quitarme de la existencia y, sin embargo, estaba jugando cualquier juego que estaba jugando de manera muy pasiva, diablos, si quería follarme, podría haber enviado el virus a la tierra, en lugar del reino cuántico casi inalcanzable.

"Creo que te está probando, o este ataque no estaba dirigido a ti en absoluto", dijo Bucky, "Eso o alguien lo está vigilando".

"Solo hay uno por encima de él, y dudo que ese tipo me defienda", respondí, después de todo, ¿qué razón podría tener el ser más fuerte del universo para protegerme?

"No sé, realmente no puedo entender toda esta situación, algo simplemente no encaja y no puedo decir qué", suspiró Bucky, encorvándose en el sofá con un gemido. "La vida contigo nunca es aburrida, ¿no?" añadió con una risita.

"Ojalá lo fuera", me reí entre dientes.

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[Punto de vista de Thor Odinson]

Después de un día de espera.

¡Las dos hachas que había encargado estaban listas!

Apenas pude contener mi sonrisa, mientras miraba las hachas, incrustadas con mi poder, pronto Alex podría usar mi trueno para vencer a sus enemigos, ¡y yo estaría allí junto a él, luciendo poderoso! Guapísimo.

"Thor, ¿estás listo?" preguntó Sif.

Asentí, poniendo las hachas en una caja de metal ya que era tradición que el guerrero en cuestión rompiera brutalmente la caja para obtener su regalo.

"A Alex los amará", sonrió Sif.

Resoplé, por supuesto que lo haría, ¡era un regalo mío! Su hermano, no le quedó más remedio que amar este presente con cada... cómo se decía... ¡fibra de su cuerpo!

"Lo sé", asentí con una expresión de suficiencia, "los compré, me costaron una fortuna".

"Bueno, están hechos completamente de Uru, y tu poder... así que asumo que le tomó al rey Eitri más tiempo de lo habitual", se rió Sif.

"De hecho," asentí, con una sonrisa.

"Con regalos como ese, casi siento que estás tratando de competir conmigo por su afecto", bromeó Sif.

"¡Ja! Gracioso", le puse los ojos en blanco, agarrando la caja de metal donde estaban las hachas con una mano.

"Pero con toda seriedad, con regalos como ese, el mío siempre se verá barato", se rió Sif.

Puse los ojos en blanco una vez más, "Eres su mujer, duerme con él, y el imbécil estará sonriendo durante una semana".

"¡Thor!" Sif jadeó, seguido de un ataque de risa.

"¡¿Qué?! Es cierto, nosotros los hombres de verdad, somos simples, danos comida, sexo, productos para el cabello y armas, ¡y seremos tan felices como podamos!" Asentí, era la pura verdad.

"¿Productos para el cabello?" Sif preguntó, su risa muriendo en una risa ahogada.

"Sí, ¿de qué otra manera crees que se ve así mi cabello?" le respondí a Sif, ignorante en los misterios de los hombres.