Marvel: El Juego

Volumen 2 // Capítulo 92

Bueno, cuanto tiempo he... Diría que lo siento, y aunque en parte estaría siendo honesto, también estaría mintiéndoles, porque no regresé aquí no solo porque mi vida estuviera ajustada, sino porque estuve escribiendo dos historias en mi cuenta de Webnovel, y además de ello. 

Ambas las publico por adelantado en mi perfil de Patreon, por lo que la iniciativa por dinero adicional a mis arcas me alejó de ustedes, pero bueno, estoy divagando. Estoy feliz por volver. Y sin más, no se olviden de tomar mucha agua. 

Por cierto, si quieren leer mis otras dos historias, pueden visitar mi perfil de Webnovel: Marcia_05

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[Punto de vista de Alex Walker]

Tanto conocimiento.

Tanto que ver.

El conocimiento que había en las raíces de Yggdrasil era... a falta de una palabra mejor, hermoso. Podía ver más allá de los límites de mi imaginación y aun así no lograba comprender muchas cosas, y, sin embargo, de alguna manera, a medida que pasaba el tiempo dentro de esta maravillosa dimensión, lo entendía todo.

No puedo evitar preguntarme: ¿Así se siente ser omnisciente?

¿Era este sentimiento de felicidad algo común en un evento como este?

Simplemente no pude... era todo tan... adictivo.

Cuanto más aprendía, más quería quedarme. Eso era peligroso, un efecto secundario aterrador.

Si no fuera porque mi VOLUNTAD era tan alta, este viaje podría haberse convertido y SE habría convertido en un arreglo permanente.

Quiero decir, incluso ahora, con toda mi voluntad supuestamente inquebrantable, me sentí ansioso ante la idea de irme.

El peor tipo de enfermedad es la que produce adicción.

Me pregunto si Thor está experimentando el mismo sentimiento.

Espero que no sucumba.

Me reí entre dientes, sintiendo que mi mente adquiría cada vez más conocimiento sobre las runas, estaba tan cerca de tener lo que quería, tan cerca de poder irme, pero casi parecía que Yggdrasil estaba tratando de seducirme para que me quedara, extendiendo mi viaje dentro de él, por el mayor tiempo posible.

Estaba aprendiendo mucho.

Pero no sobre lo que yo quería.

Yggdrasil me estaba mostrando cosas, cosas de gran valor, pero en el proceso, estaba ocultando deliberadamente el conocimiento que estaba buscando.

—No me quedaré —murmuré—, por mucho que me tientes. Por muy bien que me sintiera estar aquí, estar iluminado, tenía cosas que hacer y un trabajo que terminar, después de todo, ser padre es un trabajo de tiempo completo.

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Dos horas después.

Salí de Yggdrasil y entra en mi cuerpo.

Entonces me estremecí.

—Maldito árbol —suspiré, con las manos temblorosas. Todo mi cuerpo ansiaba entrar en ese estado de iluminación de nirvana en el que había estado hacía unos momentos.

Afortunadamente para mí, mi mente estaba clara.

[Nueva dolencia adquirida = La maldición de Yggdrasil