𝑀𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝑏𝑜𝑟𝑟𝑜𝑠𝑎𝑠

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(narrador: omnisciente)

Y cuando todo sale mal a quien rezamos?, Perder a un familiar querido es el peor vacío pero si fuese una madre la que perdiese a un hijo?. El dolor sería irremediablemente un suplicio, un vacío que inundaria la alma más pura, y contaminara hasta ser un desolador monstro lleno de rencor y dolor, causante de aberración por obtener lo que alguna vez perdió.

[...]

Era un día como cualquier otro nada fuera de lo normal más que un joven sentado en una silla giratoria mirando una y otra vez el computador frente a él, teclado unas cuantas cosas en la pantalla ya casi acababa su informe y mirando a su muñeca para ver la hora en su reloj de mano, 1:32 am apuntaba a que se tendría que ir caminando a su casa a pie cosa que hacía con bastante frecuencia ya que por el momento su madre utilizaba a menudo su automóvil y no podía negarle la petición  después de todo era su progenitora. Sin embargo desde que se mantuvo trabajando desde entonces le agobiaba el trabajo y las críticas de parte de su familia, ser ejemplar, patrañas!, se decía, exigía su familia que trabajará la misma profesión que su padre, su abuelo, su bis abuelo etc. Un si fin de reglas estúpidas que como familia estrictamente debían cumplirse de lo contrario quedarían como la obeja negra a la que nadie quiere y no es de productividad, ya su madre le decía una y otra vez "ser el mejor nunca es suficiente" par de frases que al muchacho le fastidio a más no poder por la frecuencia con que lo decían cada familiar, se preguntaba de que sirve ser el mejor si la familia te apoya cada que eres productivo y no auténtico.

Por fin y después de varios minutos su informe estaba echó, estiro sus manos con cansancio y miró hacia la ventana de su oficina que quedaba en el 5to piso del edificio, una bella escena se formaba tras el ventanal, luces por todos lados junto con la bella noche estrellada era una de las escenas que veía cada que terminaba su trabajo, pero extrañamente siempre que la veía a él vental y parado miraba a un lado suyo esperando ver a alguien que nunca estaba. Si bien era un chico guapo y exitoso  no tuvo más que 2 relaciónes en su vida aún que no sabía si contaban como relaciones pues nunca dio ni un beso tal como suena, pues se la pasaba trabajando noche y día que nunca le dio suficientemente tiempo para estar con sus "parejas" y gracias a esto terminaron por irse y dejarlo con su trabajo y el, sin embargo nunca sintió esa pisadas de romance.

Tomo sus cosas de el escritorio y metió todo en sus papeles en si maletín para después colgarlo en su brazo y así  irse dando marcha hacia el elevador.

Ya fuera del edificio dio un último saludo al guardia quien respondió igualmente con un saludo, y a paso lento se fue el joven de aquel edificio y caminando escucho el timbre de su teléfono era una llamada de su madre, con algo de desdén suspiro y contestó.

——hijo?.——

——madre?, pasa algo?.——

En ese momento no sabía por qué lo llamaba era extraño que lo llamase a estas horas de la noche, casi siempre lo llamaba en la madrugada.

——como estas hijo?.——

——por qué tan derrepente me lo preguntas?.——

Si algo era extraño era que su madre preguntara por como se encontraba, siempre cuando llamaba era para saber como iba su trabajo y para recordarle, que si no era el mejor de los mejores no sería nada.

——admito que tengo, el sentimiento de que algo te sucederá, donde estas, iré por...——

——esta bien madre, ya estoy por llegar no te preocupes llego en 20 minutos ok?.——

───ꕥ▫𝐷𝑒𝑠𝑒𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑠𝑜𝑠▫ꕥ───Donde viven las historias. Descúbrelo ahora