───ꕥ▫𝐷𝑒𝑠𝑒𝑜𝑠 𝑚𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟𝑖𝑜𝑠𝑜𝑠▫ꕥ───

𝐸𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑦 𝑠𝑢𝑒𝑛̃𝑜

Podrías jurar por un momento que un día de estos terminarías en peligro, pero claro nunca pusiste atención a las clases que tu padre te daba para salir de estás situaciones, sin embargo te encontrabas en medió de la nada esperando a alguien que pasará y te salvará de esta situación, y si bien tu carro se había quedado atascado no solo era eso también el motor se había ahogado y si no era suficiente dos de las llantas traseras se habían ponchado, bien no podría ser peor te preguntabas y con esas palabras desató una llovizna fuerte parecía que hoy no era tu día, mantenías la calma tratando de llamar a una grúa para que te salvará de este aprieto, pero vaya suerte que hoy tenías, pues no había señal y tú teléfono estaba al 1%. Si bien era una mala jugada del destinó te reprendias una y otra vez por haber olvidado cargar tu celular antes de salir, ahora deseabas con todas tus fuerzas hubiera algún establecimiento que te brindará de un teléfono oh almenos que alguien supiera dónde encontrar a un mecánico.

Para tu buena oh mala suerte se encontraba una pequeña tienda no muy lejos algo que notaste un poco raro porque habías jurado no estaba ay cuando tu carro se detuvo, sin embargo tú ansiedad era la que te impulsaba a ir y olvidarte del tema. Y con pasos apresurados llegaste al pequeño local, parecía un pequeño bazar esos donde venden pequeñas cosas extrañas que uno puede encontrar como recuerdos oh otras cosas que parecían interesantes como teteras de porcelana fina y una que otra curiosidad que rondaba la tienda, al otro lado de la caja se encontraba un hombre de entre 60 y 63 años parecía con una expresión agotada pero a la vez tranquilo, usaba una camisa color ocre y un pantalón negro, con el venía unas gafas pues parecía casi no ver y por supuesto un pelo Cano avejentado por la edad.

——disculpe, señor tendrá algún teléfono que pueda prestarme?, Y también el número de algún mecánico de aquí serca, mi carro quedó atascado y se averió y es lo único que pude ayar cerca de aquí.——

——¡claro que si jovencita!, solo dame 10 minutos para buscarlo, mi vista ya no es buena y puedo tardar un poco, pero con gusto lo traeré y también el número de Jeff el mecánico.——

——muchas gracias señor, usted es un ángel me a salvado la vida.——

——no digas tonterías niña, solo siéntate y relájate enseguida vuelvo.——

Con voz rasposa y mirada dulce se retiró del lugar para después desaparecer de tu visita, mirabas de un lado a otro curioseando el lugar, parecía estar algo desgastado el local pero al mismo tiempo estaba habitable aún así el paso del tiempo no miente pues entre las ventanas parecía haber unas cuantas telarañas deshabitadas, dabas un pequeño recorrido mirando cada pequeña cosa con sumo cuidado algunas eran lindas y otras no tanto, al recorrer uno de los estantes un artículo te llamó la atención mucho, era una pequeña cajita de madera de roble color rojo vino, tenía unos grabados de adorno y unas letras en la parte inferior de la caja, parecían estar talladas a mano eran letras en manuscrita. Si bien casi no se notaba por la evidencia de que tenía bastante años y su desgaste era evidente. Aun sí era perceptible parecía decir las siguientes palabras "tus deseos misteriosos, provenientes del corazón.", En un momento pensaste que si tuvieras un deseo sería tener una pareja que supiera amarte y respetarte cómo se merece, pues estabas aquí por una razón y esa era que tu ex novio te había engañado con tu mejor ex amiga, amabas a ese hombre pero mucha gente te lo advirtió pero como buena enamorada decidiste ignorar las advertencia y como era de suponer terminaste encontrándolo cogiéndose a tu mejor amiga en tu casa, parecía estar muy urgido tanto que no escucho cuando llegaste y te fuiste, y eras simple no querías armar un alboroto, no por que no quisieras exponerlo si no por que eras una mujer que se amaba así misma y que no se rebajaría a pelearse por un hombre que no valía la pena. Pero en tu pobre corazón habitaba la decepción y tristeza que te brindabá al ser engañada por la persona que más confianza, afortunadamente jamás tuviste contacto sexual con el ni con nadie, pues a tus 22 años eras una mujer virgen y no era para menos pues eres alguien que desea guardar su primera vez para una ocasión especial y con la persona correcta con la que no tengas que lamentarte después por alguien que no valiera la pena completamente.